La guerra espiritual es una realidad en la vida de quienes creen en Cristo. Ésta aunque no se vea físicamente existe en una dimensión oculta y sobrenatural. Mostrando a un Dios Todopoderoso y satanás alzado en rebelión. La Biblia nos narra en varias partes sobre estas guerras espirituales, pero es en Efesios 6:12 donde se expresa de una manera más clara y directa: «Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.» El diablo ya fue derrotado pero no pierde nada al seguir tratando de hundir a más personas en la derrota junto a él.
Por eso Pablo, en Efesios 6:14-18, nos invita también a revestirnos con toda la armadura de Dios. «Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia; y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobretodo tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu…»
Actitudes necesarias en la Guerra Espiritual
Es necesario entender que se está en tiempos de guerra, y que estas circunstancias exigen una serie actitudes que implican valentía. La primera actitud debe ser la de velar; es decir estar preparados para cualquier cosa, sin perder conciencia de lo que ocurre alrededor. Esto conducirá a la oración permanente. La segunda actitud que se debe tener es firmeza en la fe; es decir que no se permia el doble ánimo ni la inconsistencia. Es importante que se haga mantenga coherencia con lo que se declara; La tercera actitud es la valentía, se debe demostrar al enemigo que se está dispuesta a dar una gran y buena batalla por la fe, sin que el miedo les paralice; La cuarta actitud es el esfuerzo, es decir sacrificarse por cumplir a misión que Dios te entregó.
Nota De Esperanza
Se debe permanecer alerta en la vida de oración, de ésta vida dependerá la capacidad para mantenerse firme en la, firme en la relación con Dios. Y a pesar de los ataques del maligno, puedes vivir día a día en la victoria que Cristo ganó para todos.
Oración A San Miguel Contra La Maldad Del Demonio
En momentos de batalla espiritual nada más seguro que acudir a la intercesión de San Miguel Arcángel, quien es príncipe de la Milicia celestial, protector de la humanidad.
“Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja con el poder divino, a Satanás y a los otros espíritus malvados, que andan por el mundo tratando de perder a las almas”.
Amen.
Oración Por Matrimonio Y Familia Ante Guerra Espiritual
Nada más importante en la sociedad que la Familia, por eso te presentamos una oración de consagración y liberación que te ayudaran a mantener la armonía y la paz dentro de ella.
“Jesús bienvenido a mi casa, Espíritu de Dios bienvenido a mi hogar. Hoy declaro lo que dice tu palabra en Josué 24:15-16 ” Mi casa y yo serviremos a Jehová”. Señor hoy rompo toda cadena de pecado, toda cadena de iniquidad, toda maldición generacional, toda palabra proclamada en contra mía o de mi familia hoy la rompo queda sin poder en el nombre de Cristo Jesús. Señor hoy te pedimos perdón por todos nuestros pecados, te pedimos perdón si hemos abierto las puertas al enemigo, al pecado, a la iniquidad, al desorden, hoy la cerramos en el nombre Cristo Jesús. Cortamos hoy con la rebeldía, el juicio, la crítica, la desobediencia, el orgullo, la altivez, la soberbia, la terquedad, la incredulidad, la violencia, el exagerar los errores de los demás la miseria, la pobreza, el espíritu de pasividad de derrota, la falta de perdón, el engaño, la mentira, la violencia, la división, la murmuración, la fornicación, el adulterio, el divorcio no tienen cabida en mi casa, en mi hogar , ni en nuestras vidas, las hecho fuera en el nombre de Cristo Jesús. Todo espíritu de anticristo de oposición, de confusión, sale de mi casa y de nuestras vidas ahora. Bendigo a mis hijos declaro que ellos son benditos, que son enseñados por ti Jesús, que ellos te amarán con toda su alma, con toda su mente y con todo su corazón. Declaro que mis hijo son real sacerdocio, linaje escogido por Dios, son hijos de Dios, que la gloria postrera será mayor que la primera, que el enemigo no podrá tocarlos porque están protegidos por el Todopoderoso. Declaro que mis hijos no nacieron para las drogas, el alcohol, la promiscuidad sexual, el homosexualismo, la prostitución, la delincuencia. Declaro que mis hijos, son de bendición para otros, serán un instrumento en tus manos y cumplirán tu voluntad, y el propósito para el cual los trajiste a este mundo. Declaro que mis hijos son y serán personas que llevaras a lugares altos, a lugares estratégicos, que gobernarán naciones, ciudades. Que serán hombre y mujeres de gran influencia y todo les saldrá bien. Hoy sale de sus vidas de mi casa, todo espíritu de anticristo, de engaño, de infidelidad, de intimidación, todo espíritu contrario a ti, sale de mi casa en el nombre de Cristo Jesús. Declaro que en mi casa en mi hogar reina la paz, el amor, la bondad y la misericordia, que reverdece todo lo que está seco, que mi matrimonio de 3 dobleces , nada ni nadie podrá romperlo. Señor hoy declaro sobre nosotros espíritu de sabiduría, paciencia, conocimiento, discernimiento. Todo espíritu de desconfianza, de ira, de enojo, de mentira de abuso de muerte sale de mi casa en el nombre de Cristo Jesús. Señor declaro que tu gobiernas en nuestras vidas, en mi casa , en nuestros corazones, y te aceptamos como único y suficiente salvador, sanador, proveedor”.
Amen.
Oración A La Sangre De Cristo Para Pedir Protección En Guerra Espiritual
Esta oración poderosa te ayudará hallar protección antes las adversidades de la vida, pues ¿qué más poderosa y protectora? que la sangre derramada por Cristo en la cruz, símbolo de redención y misericordia. De ser posible realiza esta oración con una vela blanca encendida.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dios mío ven en mi auxilio, Señor, date prisa en socorrerme.
Invoco la poderosa protección de la Preciosísima Sangre redentora de Cristo, Rey del universo y Rey de reyes. En el nombre de Dios Padre, en nombre de Dios Hijo y en el nombre de Dios Espíritu Santo: con el Poder de la Sangre de Jesucristo el Señor, sello y protejo, protejo y sello, mi consciente, inconsciente, subconsciente, mi razón, mi corazón, mis sentimientos, mis sentidos, mi ser físico, mi ser mental, mi ser material y mi ser espiritual.
Dios mío ven en mi auxilio, Señor, date prisa en socorrerme.
Todo lo que soy, todo lo que tengo, todo lo que puedo, todo lo que sé y todo lo que amo, queda sellado y protegido con el poder de la Sangre de Jesucristo el Señor.
Dios mío ven en mi auxilio, Señor, date prisa en socorrerme.
Sello mi pasado, mi presente y mi futuro, sello mis planes, metas, sueños, ilusiones, todo lo que emprenda, todo lo que inicie, todo lo que piense y haga, queda bien sellado y protegido con el poder de la Sangre de Jesucristo el Señor.
Dios mío ven en mi auxilio, Señor, date prisa en socorrerme.
Sello mi persona, mi familia, mis posesiones, mi casa mi trabajo, mi negocio, mi árbol genealógico, lo de antes y lo de después, todo queda sellado y protegido, con el Poder de la Sangre de Jesucristo el Señor.
Dios mío ven en mi auxilio, Señor, date prisa en socorrerme.
Me escondo en la llaga del Costado herido de Jesús, me escondo en el Corazón Inmaculado de la Santísima Virgen María, para que nada ni nadie me pueda afectar con sus maldades, sus malas palabras y obras, con sus malos deseos ni con sus engaños, para que nadie me pueda dañar en mi vida afectiva, en mi economía, en mi salud, con sus males enviados, con sus envidias, con sus malos ojos, habladurías y calumnias, ni con magias, hechizos, conjuros o maleficios.
Dios mío ven en mi auxilio, Señor, date prisa en socorrerme.
Todo mi ser queda sellado, todo a mí alrededor queda sellado, y yo……. quedo para siempre protegido con la Preciosísima Sangre de nuestro Redentor.
Amén, amén, amén.
Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.