Santa Elena es también identificada como Santa Elena de Constantinopla, se considera que nació en el año 270 d.C., sin que se tenga certeza sobre la ciudad donde nació, en el seno de una familia pagana de bajos recursos económicos. Su niñez y juventud se desenvolvió en medio de la constante persecución a los cristianos, quienes eran torturados de diferentes manera, hasta llegar a quemarlos vivos o arrojarlos vivos como alimentos a los animales.
Siendo ya una joven muy hermosa, fue conocida por Constancio Cloro, un famoso e importante miembro del ejército romano, quien la cortejó y contrajeron matrimonio, de cuya unión nació su único hijo, Constantino. Posterior a esto, Maximiliano, emperador de Roma para ese momento, le ofrece a Constancio Cloro un cargo como su asistente más próximo, siempre y cuando abandonara a su esposa y se casara con la hija del Emperador. Preso de la ambición por el poder Constancio cedió a la solicitud de Maximiliano y abandonó a Elena, alejándola además de su hijo, ya que los gobernantes decidieron que el mismo sería educado por su padre.
Al finalizar una de las últimas campañas de Maximiliano librada en el 298, abdica como Emperador y asume el cargo Constancio Cloro y al fallecer éste, el ejército proclamó Emperador su hijo Constantino. A pesar de haber trascurrido catorce años separado de su madre, Constantino la amaba intensamente, razón por la cual tomó inmediatamente la decisión de traerla consigo y darle los títulos de Emperatriz y de Augusta. Durante el lapso de aislamiento, Elena sufrió todo tipo de humillaciones y soledad, condiciones que le permitieron conocer a Dios y sus enseñanzas, convirtiéndose al cristianismo hasta llevar una vida de santidad. Falleció en Roma en el año 329 d.C.
Influencia de Santa Elena en el cristianismo del Imperio Romano
Una vez con su hijo, éste le concedió todo el poder de utilizar el dinero necesario para ayudas y obras de caridad que ella considerara necesarias. Aunado a esto, la acertada influencia que Elena con su comportamiento espiritual ejercía sobre su hijo, condujo a Constantino a ser el primer Emperador Cristiano.
Se narra que una oportunidad, la noche antes de emprender una batalla, Constantino tuvo un sueño con Jesucristo, quien mostrándole una Cruz le dijo que llevándola a la batalla, saldría victorioso; el Emperador así lo hizo, manifestando creer en Cristo, como creía su madre y resultó vencedor. Después de esta victoria, decretó que daba libertar de profesar la religión católica y promovió la propagación de las creencias cristianas por todo el Imperio romano, llegando a dictar el conocido Edicto de Milán a través del cual prohibía determinantemente la persecución a los cristianos, quienes durante tres siglos habían sufrido la hostilidad y crueldad de los paganos.
Cualidades de Santa Elena
Desde su juventud se caracterizó por su sencillez y humidad, desempeñando siempre labores propias de la servidumbre. Esta naturalidad la mantuvo aun después de su matrimonio con un hombre que disponía de recursos económicos y se hizo más manifiesta, cuando ostentando el cargo de Emperatriz se vestía de la manera más simple e intercambiaba con los pobres.
Espiritualmente era muy piadosa, dedicándose a oración en el templo durante muchas horas. Se mostraba preocupada por las necesidades materiales y espirituales de quienes se le acercaban solicitándole ayuda.
La solidez de la fe de Santa Elena
Santa Elena una vez convertida al cristianismo demostró tener una inmensa fe en Dios, llegando ella a ser instrumento de manifestaciones sobrenaturales. Experimentó un gran respeto por el significado de la Santa Cruz, manifestando que por medio de ella podían obtenerse bendiciones por parte de Jesucristo. Afianzada en esta creencia solicitó autorización a su hijo, el Emperador, para trasladarse a Jerusalén a localizar la cruz donde Jesús fue crucificado junto a dos ciudadanos más. Después de forzosos trabajos realizados por trabajadores que estaban bajo la dirección de Santa Elena, lograron localizar tres cruces tal como lo relata la tradición. Ante la disyuntiva de cuál era la cruz de Jesucristo, Santa Elena recibió la orientación divina de comprobarlo por medio de una manifestación milagrosa.
Para ello, llevaron a una mujer en grave estado de salud; al ponerla en contacto con una de las cruces su condición se agravó, fue tocada por la segunda cruz y su salud no cambió y al aproximarla a la tercera cruz la mujer repentinamente recobró su salud. Esto fue interpretado como la señal para determinar cuál era la verdadera Cruz que buscaban, tanto ella como Macario, Obispo de Jerusalén.
Ante este hecho, junto a una multitud de creyentes pasearon la Santa Cruz por Jerusalén, anecdóticamente se afirma que la procesión coincidió con un cortejo fúnebre y al acercar la Cruz al ataúd, el fallecido recobró la vida. Hasta el presente, el 3 de mayo se conmemora el hallazgo de la Santa Cruz.
Día de celebración
El día escogido para recordar a Santa Elena, así como para agradecerle por algún favor concedido y para solicitar de forma especial su intercesión es el 18 de agosto. Es recordada tanto por la Iglesia Católica como por la Iglesia Ortodoxa.
El nombre de Elena significa “antorcha resplandeciente”, de allí que el día de su celebración en algunas localidades entre los actos religiosos, donde destaca la celebración de una misa en su honor, se procede también a hacer un recorrido o procesión llevando la imagen de Santa Elena y los feligreses la acompañan portando antorchas encendidas y cruces.
Santa Elena de Constantinopla, como se le conoce, es la patrona de los arqueólogos; pero también se le asocia como protectora de los matrimonios difíciles, por las dificultades que se le presentaron en su matrimonio.
Iconografía de Santa Elena
Santa Elena se trazó como misión buscar la Santa Cruz sobre la cual fue crucificado Jesús, objetivo que logró con su tenacidad y con el apoyo logístico que le confería ser la madre del Emperador para ese entonces. Con su gran fe, obtuvo la ayuda del Creador para poder identificar sabiamente cual era la Cruz, que una vez hallada fue objeto de actos de reconocimiento y respeto. Para venerarla hizo construir a Tierra Santa tres templos el de El Calvario, el de El Monte de los Olivos y el de Belén, donde la figura principal de identificación es una Cruz.
Por esa razón, su imagen siempre está asociada a la presencia de una Cruz y una antorcha.
Oraciones para Santa Elena
Entre las Oraciones más conocidas dirigidas a Santa Elena, están las siguientes:
Oración 1:
Gloriosa y esclarecida Santa Elena,
por aquel fervor con que buscaste la Cruz de Cristo,
te ruego que intercedas ante Dios,
a fin de alcanzar la gracia para llevar con paciencia los trabajos de esta vida,
para que con ellos y mediante tu intercesión y amparo,
buscar y hallar la Cruz,
que Dios ha dispuesto darme para servirle con ella en esta vida
y después gozarle en la gloria. Amén
Oración 2:
Oh noble emperatriz Santa Elena, hoy vengo a ti
lleno de fe y esperanza, para que me ayude a recuperar
a (nombre de la persona) que amo,
usted sabe el futuro y el presente,
te ruego que veas mi vida,
haga que (…) medite y se dé cuenta del error.
Bendita Santa Elena, por tu infinita misericordia,
ayúdame a conseguir alivio urgente en mi corazón,
a recuperar a la persona que amo,
usted sabe de mis sentimientos son puros y sinceros,
ablanda su corazón para que sepa valorar mi amor.
Santa Elena, madre ejemplar, cristiana perfecta,
(…) no es persona de rencores, ilumine su mente,
haz que recapacite, con amor todo se puede superar,
se aleje de malas influencias que tanto perturban su mente,
se equivocó, se fue con la persona menos indicada,
que regrese a casa (…), te estamos esperando.
Oh Santa Elena de la cruz, yo sé que usted todo lo puede,
no me vas a desamparar, escucha mi voz,
la voz de mis ruegos y suplicas por mi petición. Amén.
Oración 3:
Oh noble emperatriz Santa Elena, hoy vengo a ti
lleno de fe y esperanza, para que me ayude a recuperar
a (nombre de la persona) que amo,
usted sabe el futuro y el presente,
te ruego que veas mi vida,
haga que (…) medite y se dé cuenta del error.
Bendita Santa Elena, por tu infinita misericordia,
ayúdame a conseguir alivio urgente en mi corazón,
a recuperar a la persona que amo,
usted sabe de mis sentimientos son puros y sinceros,
ablanda su corazón para que sepa valorar mi amor.
Santa Elena, madre ejemplar, cristiana perfecta,
(…) no es persona de rencores, ilumine su mente,
haz que recapacite, con amor todo se puede superar,
se aleje de malas influencias que tanto perturban su mente,
se equivocó, se fue con la persona menos indicada,
que regrese a casa (…), te estamos esperando.
Oh! Santa Elena de la cruz, yo sé que usted todo lo puede,
no me vas a desamparar, escucha mi voz,
la voz de mis ruegos y suplicas por mi petición. Amén.