La historia de San Lázaro se ve influenciada por la existencia de dos personajes bíblicos identificados con ese nombre. Uno de ellos, de mayor popularidad, corresponde a la representación de un mendigo con lesiones en la piel, provistas de muletas y acompañado por un perro. El segundo Lázaro se refiere a un amigo de Jesús, que fue canonizado por la Iglesia católica. El primero, es referido por Jesucristo en la parábola de Lázaro y el hombre rico (Lucas 16:19-31) y puede ser una historia no real referida por Jesús para escenificar sus enseñanzas.
Lázaro, el contemporáneo de Jesús, es conocido como Lázaro de Betania. Él junto con sus dos hermanas Marta y María establecieron amistad con Jesucristo, llegando éste en varias ocasiones a hospedarse en su casa.
Lázaro enfermó gravemente estando Jesús lejos de Betania y le fue enviado un mensaje para que regresara a sanarlo dada la gravedad del caso. Ante esto Jesús comentó que la enfermedad de Lázaro era para glorificar a Dios y sin darse prisa alguna permaneció dos días más sin regresar. Cuando lo hizo ya Lázaro había muerto y estaba sepultado. Ante el dolor de sus hermanas, Jesús les expresó que quienes creyeran en Él no morirían para siempre y dirigiéndose al sitio donde estaba Lázaro sepultado; se dedicó a orar y luego le ordenó que saliera del sepulcro y Lázaro después de varios días de haber fallecido, recuperó la vida, se levantó y salió sano.
Después de esto Lázaro se dedicó con mayor fuerza a proclamar las enseñanzas de Jesucristo, llegando a ser designado Obispo; sin embargo, no hay certeza donde continuó su vida si en Chipre, en Marsella o en Siria. Finalmente, Lázaro llevando una existencia en la más extrema pobreza, murió como un mendigo. Tal vez de allí se le asocia con el Lázaro del Antiguo Testamento.
Milagros de San Lázaro
San Lázaro tuvo la satisfacción de ser protagonista de uno de los milagros más connotados y difundidos que hizo Jesucristo, como fue el ser resucitado. Dada la proximidad que Lázaro y sus hermanas tenían con Jesús, tuvo la oportunidad de obtener y concientizar muchas de sus enseñanzas. Aparte de eso, su familia siempre llevó una vida sencilla y digna y si a esto se añade la grave enfermedad que padeció, su muerte y posterior resurrección, se tiene un personaje muy cercano a Dios y lleno de experiencias positivas.
Todas estas grandes particularidades lo hacen meritorio de ser buscado como intermediario ante el Padre celestial en la resolución de situaciones relacionadas con la amistad, la salud, el amor y la sanación espiritual y corporal. Se afirma que es mayormente milagroso para curar enfermedades en los niños, con más eficacia si se trata de enfermedades de la piel y enfermedades contagiosas, esto último posiblemente debido a que se afirma que murió a consecuencia de padecer lepra.
Veneración a San Lázaro
Se piensa que la veneración a este Santo se inició a principios del siglo IV, cuando se comenzó la costumbre de hacer una procesión o peregrinación hacia la tumba de San Lázaro, el sábado previo al Domingo de Ramos. Esta práctica se sigue haciendo hoy en día por parte de los ortodoxos.
A San Lázaro de Betania se le venera especialmente en los hospitales y en los antiguos leprosorios y su conmemoración tiene diferentes fechas. La Iglesia Ortodoxa lo hace el día previo al Domingo de Ramos; mientras que la iglesia Católica lo celebraba el 29 de julio y el 17 de diciembre.
Representación de San Lázaro
Posiblemente es uno de los Santos a quien se le ha dedicado gran popularidad, haciéndole vitrales, pinturas y tallas en las más diversas versiones. La gran mayoría coincide en representarlo como un individuo de vestidos empobrecidos, portador de una muleta, acompañado de uno o dos perros y llevando en su mano una campanilla para escenificar que padecía de lepra, ya que en sus tiempos era costumbre que dada lo contagioso que se consideraba esa enfermedad, quien la padecía estaba obligado a tocar una campanilla para que la gente se alejara de ellos.
Proximidad de San Lázaro a Dios
En hebreo, Lázaro significa “Dios es mi auxilio” y como es descrito en los Evangelios, se hizo meritorio de este significado ya que Dios siempre estuvo a su lado auxiliándolo en todo momento.
Entabló una auténtica amistad con Jesús, quien lo consideraba su verdadero amigo, al punto que cuando enfermó y murió Jesucristo expresó su dolor por medio del llanto. Se afirma que después de ser resucitado, esa amistad y devoción se acrecentó, llegando Lázaro a convertirse en cristiano. Después de esto adquirió la facultad de profetizar, causando respeto e impacto todos los testimonios que presentaba y las verdades que trasmitía.
Forma de dirigirse a San Lázaro buscando su intercesión
Hay personas que oran a San Lázaro sencillamente en su honor sin pedir ninguna ayuda, tal vez obedeciendo al agradecimiento por algún beneficio concedido previamente. La gran mayoría lo invoca para solicitar su ayuda ante una enfermedad o alguna desavenencia de otra índole.
En cualquiera de los casos, es recomendable hacerlo con mucha fe y devoción y expresando la firme convicción que él ayudará en solucionar lo que se le pide. Hay personas que prefieren orar ante una imagen del Santo; sin embargo, eso no se considera indispensable ya que es a su espíritu a quien van dirigidas las plegarias.
San Lázaro mediador de súplicas urgentes y enfermedades terminales
Se dice que San Lázaro sufrió graves enfermedades que le hicieron padecer grandes sufrimientos y le acortaron su vida, situación que sabía llevar con paciencia dedicándole todos sus sufrimientos a Dios. Demostró siempre tener plena confianza en Dios en que sus enfermedades lo preparaban para una vida eterna llena de gracia y amor a Dios.
Esto lo convirtió en un modelo de esperanzas y fe en Dios, conducta que los creyentes interpretan como una garantía para conseguir y obtener la gracia divina de resolver problemas difíciles y la curación de enfermedades, teniendo en cuenta que él mismo fue objeto de los beneficios y bendiciones que le produjeron la confianza hacia Dios.
La intervención de San Lázaro también es utilizada para ayudar a los animales, tanto para curarles enfermedades como para mejorarles sus condiciones de vida.
Oraciones a San Lázaro
Oración 1:
Para la Sanación
Oh padre san Lázaro;
Tú que surcaste región tras región en busca de una
Mano sanadora;
Tú que colocaste toda tu fe en Jesucristo para hallar redención;
Tú que no desamparas a los fieles e impides que
Queden rezagados ante la esperanza.
Este día, ante ti, te pido yo que me sanes en cuerpo, alma
Y corazón y alejes de mí todo aquello que en estos momentos
Me perturba y me hace daño.
Coloca tus manos caritativas sobre mi frente,
Arrópame con tu manto;
Guíame con tu luz
Y sáname con tus palabras para que disfrute
Yo el poder de tu santa memoria. Amén.
Oración 2:
Por una enfermedad
Querido patrón y asistente de los pobres y enfermos,
con esta oración te pido ayuda,
y con la ayuda del Espíritu Santo,
que el Señor siempre me proteja
durante una enfermedad o en la salud.
San Lázaro dame la fuerza
para superar todas las tentaciones del mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración 3:
Por la salvación eterna
Pidamos a Cristo en este día
que guarde un puesto para nosotros en su corazón.
Digámosle con todo nuestro ánimo que queremos ser sus amigos.
Dios, que por tu divino Hijo unigénito,
despertaste de los valles sombríos
y sacaste de la tumba a Lázaro muerto,
haz que también nosotros
podamos surgir de la tumba de nuestros pecados,
de nuestros errores y nuestras indiferencias,
a fin de que merezcamos ser admitidos en tu Reino que no tiene fin.
Haz también que en nuestros corazones haga morada el Amor
para que así podamos tener siempre a Jesús
por amigo íntimo como lo fue de San Lázaro.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén