Oración a San Francisco de Sales

Su vida se caracterizó por estar colmada de actos admirables, nacido el 21 de agosto de 1567 en el castillo de Sales en Thorens, Francia. Era hijo del noble Francisco, Señor de Sales y de Francisca de Boisy. Francisco falleció a los 56 años de edad, en diciembre de 1622.

Antes de su nacimiento, su madre en sueños tuvo la revelación de que su hijo tendría como misión ser un pastor que recorrería distintos lugares para recolectar ovejas extraviadas y conducirlas nuevamente a sus respectivos rebaños. Con el tiempo esta visión se hizo realidad ya que fueron incontables las personas que habiéndose desviado de sanos caminos, después de conocer las prédicas y ejemplos de Francisco de Sales, retronaron a ser temerosos de Dios y adoptar conductas correctas.

Oración a San Francisco de Sales

Glorioso San Francisco de Sales,

Humildemente recurrimos a ti

Para que nos fortalezcas

Ante las dudas y flaquezas

De nuestra mente y nuestro corazón

Permítenos no doblegar

Ante las debilidades humanas,

Otórganos valentía para soportar

Las tentaciones corporales

Y permítenos salir victoriosos

Ante todo reto inmoral.

Glorioso San francisco de Sales,

Que la Santísima Virgen

De quien fuiste su humilde devoto,

Nos llene de amor y esperanzas

Par a disfrutar de esta vida terrenal

Con alegría y amabilidad

Y  lograr así regocijarnos también

De la vida eterna

En comunión con Dios Padre. Así sea.

Infancia de Francisco de Sales

Desde pequeño demostró inteligencia y acato a las órdenes e indicaciones de sus superiores, así como también manifestó gran respeto y devoción a la Virgen María, práctica que le fue alimentada por sus padres. Se relata que cuando comenzó a hablar con fluidez una de sus expresiones frecuentes y favoritas era:

“Mi Dios y mi madre me aman”

se puede interpretar que al decir mi madre se refería a su progenitora, pero hay quienes piensan que se refería a la Madre de Dios.

Durante sus dos primeros años de vida su crianza estuvo a cargo de una nodriza. Después su educación estuvo a cargo de sus padres. Aun siendo niño tuvo como costumbre escribir y recopilar las frases más hermosas y significativas que él escuchaba, lo cual contribuyó a convertirlo, en la edad adulta, en una persona con una alta capacidad interpretativa del discurso de sus congéneres.

Religiosidad

Fue un individuo muy piadoso que con entusiasmo se dedicaba a cumplir los requerimientos de la fe cristiana, cumpliendo, con gran fervor y responsabilidad,  con los preceptos y mandatos propios del catolicismo. Se dice que el día de su primera Comunión prometió ir todos los días a un templo a visitar al Santísimo Sacramento, promesa que cumplí durante toda su vida.

Formación educacional

Desde temprana edad y bajo la supervisión de su padre, aprendió el manejo de las armas. Siendo ya un joven, su progenitor decidió enviarlo a Paris para que recibiera una formal educación en un instituto al que asistían miembros de la nobleza y los hijos de personas adineradas. Sin embargo, Francisco optó por estudiar en un colegio dirigido por sacerdotes jesuitas, el Colegio de Clermont, ya que se enteró que allí daban una alta importancia a la enseñanza religiosa  y que sus métodos de instrucción forjaban mejor la personalidad de sus estudiantes.

Posteriormente, se dedicó con entusiasmo a su formación universitaria en la  Universidad de la Sorbona y en la Universidad de Padua, llegando a obtener dos doctorados, uno en Derecho Civil y otro en Derecho Canónico.

Vida pública de Francisco de Sales

Su indiscutible formación académica, su capacidad para llegar al corazón y a la mente de sus conciudadanos, unidas a su carácter amable y apacible, lo condujeron a ser candidateado para ocupar el cargo de Senador, condición que él rechazo.

Por otra parte, era presentado ante hermosas y destacadas damas de la nobleza y alta sociedad, con miras de que ellas impactara los sentimientos de Francisco y pudiera consolidarse un matrimonio; Francisco haciendo frente a estas situaciones rechazándolas, ya que el objetivo de su vida era dedicarse a la vida sacerdotal.

Vida espiritual de Francisco de Sales

Su determinación de ser sacerdote se vio afianzada por la influencia de su director espiritual, sabio sacerdote que vivía en Padua, Italia. Con las enseñanzas de éste alcanzó el convencimiento que tanto el alma como el cuerpo son dos extraordinarias expresiones de la sabiduría del Altísimo que fueron creadas para glorificar a Dios y no para rendir culto al pecado. Esta reflexión dirigió el resto de su vida, apartándose de toda ocasión de faltar a su fe cristiana, reforzando su formación con la continua lectura diaria de algún pasaje del libro El combate espiritual”, del cual extrajo muchas de los pensamientos  que trasmitía al pueblo, influenciado por el calvinismo que se había instaurado para la época.

El 18 de diciembre de 1593 se ordenó sacerdote, renunciando a todas las riquezas y títulos que le confería su origen noble. Se cuenta que el día de su ordenación sacerdotal los concurrentes observaron la cabeza del nuevo sacerdote rodeada por una luminosidad asombrosa que impresionó a todos; este efecto se repitió en momentos grandiosos de la vida del santo.

Enfrentamiento a tentaciones

Siendo muy joven, en una oportunidad perdió la confianza en Dios, convenciéndose que su destino era la condenación eterna, entrando en un alto grado de desesperación que lo condujo al deterioro de sus condiciones físicas afectando su salud. No pudiendo vencer voluntariamente el desánimo se dirigió a un templo y en proximidad a la imagen de la Virgen estaba escrita una súplica que  Francisco leyó varias veces, de manera inexplicable cesaron en él las angustias y recobró la confianza en Dios.

Consecuencias de su vida ejemplar

Francisco de Sales fue reconocido como beato el 28 de diciembre de 1661 y fue canonizado por Alejandro VII el 16 de abril de 1665.

Su trabajo espiritual en bien de la humanidad es perpetuado por medio de seguidores de su obra organizados en diversas congregaciones. Entre ellas se encuentran los Misioneros de San Francisco de Sales cuyo objetivo es la trasmisión de la Palabra de Dios en sitios alejados haciéndolo de manera itinerante.

Juan Bosco seguidor de Francisco, fundó en Turín, Italia, el Oratorio de San Francisco de Sales, agrupación que dio origen a los actuales salesianos dedicados a la educar juventudes.

Francisco de Sales murió en diciembre de 1622 en Lyon, Francia. En 1877 el Papa Pío IX lo reconoció como Doctor de la Iglesia.

Es conocido como el Santo de la amabilidad, ya que su premisa era vivir con optimismo y alegría.

A San Francisco de Sales se le festeja el 24 de enero y es el patrono de los periodistas, de los reporteros y de la prensa católica.

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