A través de toda la historia católica, nos han enseñado que la madre de Jesús es una sola y que ella se manifiesta de distintas maneras y aparece en diferentes lugares. Todas estas razones, nos permiten reconocer los distintos nombres con los cuales se le conoce a la Virgen María.
De acuerdo a la referida a Nuestra Señora del Monte Carmelo es veneradas por distintas órdenes de hermanas de la caridad alrededor del mundo, que la reconocen como la Virgen del Carmen, existiendo distintos géneros masculinos como femeninos siguiendo la devoción a esta figura mariana. Asimismo, el lugar de origen viene del lugar donde apareció que fue una zona montañosa denominada Carmelo, en Galilea.
Celebración de la Virgen del Carmen
La fiesta a la Virgen del Carmen es el 16 de julio, donde se realiza una procesión con la imagen de la virgen recorriendo distintas ciudades del mundo, muchos de sus fieles seguidores han decidido dar a sus hijos los nombres en honor de su santa madre llamándolos Carmen, Carmela o Carmelo, quienes también se unen a la celebración de ese día.
La devoción mariana hacia la Virgen del Carmen se extendió a muchos países de Europa y América. En España Los pescadores han nombrado a la Virgen del Carmelo su fiel protectora y le han concedido el título de Patrona, conociéndola como «la estrella de los mares».
Muchas historias se han escuchado sobre su aparición y se dice que la imagen de la Virgen se habría aparecido a San Simón Stock, un general al que ella le entregó sus hábitos y el escapulario, que son las formas en que es reconocida la imagen mariana y de las cuales la Virgen prometió liberar del Purgatorio a todas las almas que lleven puesto el escapulario durante su vida.
Las evidencias que se tienen es que durante la celebración de Pentecostés, muchos creyentes que escuchaban a los profetas Elías y Eliseo en el Monte Carmelo, fueron convertidos al catolicismo, luego que en el firmamento se formó una nube en la que observaron la imagen de la Virgen del Carmen, donde después de tres años de sequía había vuelto a llover.
Los Carmelitas atribuyen el milagro a la Virgen, que luego de su aparición se construyó en ese sitio un templo para venerarla. Esto permitió que muchos peregrinos llegaran a ese lugar y formaron comunidades para ofrecer oración y ayudar con la pobreza que había en esos pueblos olvidados y es ahí donde se forma la primera Orden de los Carmelitas. Su fiesta fue declarada universal en toda la Iglesia por el Papa Benedicto XIII en 1726.
Oraciones a la Virgen del Carmen
¡Oh Virgen Santa del Carmen! Jamás podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, ya que nada te podemos dar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su amor, y toda nuestra vida, que queremos emplear en el amor y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos vivir y morir en tu amor y devoción. Amén.
Oración a la Virgen del Carmelo para concluir el día después de las labores diarias
Oh Dios, que adornaste a la Orden de la Beatísima siempre Virgen y Madre tuya María con el singular título del Carmelo: concede propicio que escudados con los auxilios de aquella cuya conmemoración celebramos, seamos dignos de llegar a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Así sea.
Concluir cada día con tres avemarías.
Súplica a la Virgen del Carmen para los tiempos difíciles
Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén.