Oraciones para pedir bendiciones para los sacerdotes

Dentro de los sacramentos de la Iglesia Católica está el sacerdocio u orden sacerdotal, que es uno de los sacramentos de servicio de la Iglesia.  A través de este sacramento se mantiene la misión de los apóstoles confirmada por Cristo, para llevar su palabra y cuidar de la Iglesia hasta el fin de los tiempos. El sacerdote sirve al pueblo católico, suministra los sacramentos, anuncia el evangelio y cultiva el camino para la santidad ayudando al pueblo de Dios a alcanzar la salvación.

Es un hombre que sigue a nuestro Señor Jesucristo, que  entrega  su vida para ayudar y guiar a los demás hombres para conocer a Cristo y vivir en  la fe ; convirtiéndose en un instrumento de Dios.

El sacerdocio cristiano comienza en la última cena, cuando  Jesús le dijo a sus apóstoles “Hagan esto en conmemoración mía”; dándoles la virtud de convertir el pan y el vino en su cuerpo y sangre. También  les dio el poder de perdonar nuestros pecados en su nombre.

Los apóstoles fueron los primeros sacerdotes  y  ellos pasaron este poder a otros hombres, convirtiéndolos en sacerdotes mediante la  ceremonia que se llama “ORDENACIÓN SACERDOTAL”. El sacramento sacerdotal es eterno y no se puede borrar. Es por todo lo anterior que un sacerdote merece todo nuestro respeto y oración, pues un sacerdote es “un hombre de Dios”.

Para ser sacerdote es necesario el llamado de Dios y que este se convierta en una verdadera vocación, siendo un don que pocos alcanzan; en esta poesía se describe hermosamente este don

Te amo, Señor, por el gran don del sacerdocio.

Por ese misterio de poder que has depositado

En mis manos temblorosas.

El don de tu perdón

Que abre el océano de tu gracia

Al océano de nuestra miseria.

Tiemblo ante la grandeza de este misterio

Porque llevo tu tesoro en vaso de barro.

Te amo, Señor,

Porque me has elegido entre todos,

Para ser la atadura y la hoz

De esta mies amarilla.

Porque me has elegido con un amor triple

Como el de Pedro,

Para conducir tu rebaño de hombres

Por tus altos caminos.

Hay muchos pasajes bíblicos que mencionan la orden sacerdotal , a continuación te presento algunos:

Hch. 6, 6

“los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos.”

Hch. 20, 17

“Desde Mileto envió a llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso.”

Hch. 20, 28

“Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que Él se adquirió con la sangre de su propio Hijo.”

Hch. 21, 18

“Al día siguiente Pablo, con todos nosotros, fue a casa de Santiago; se reunieron también todos los presbíteros.”

1 Tim. 3, 1

“Es cierta esta afirmación: Si alguno aspira al cargo de epíscopo, desea una noble función.”

1 Tim. 4, 14

“No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros.”

1 Tim. 5, 17

“Los presbíteros que ejercen bien su cargo merecen doble remuneración, principalmente los que se afanan en la predicación y en la enseñanza.”

2 Tim. 1, 6

“Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”

Como cristianos y católicos debemos orar y agradecer a Dios por los sacerdotes y existen muchas oraciones que nos permiten pedir y agradecer por todos esos hombres que han recibido el llamado del Señor para servirle e impartir su palabra, asi como por ser nuestros amigos y consejeros en todos los momentos de nuestras vidas, en la alegría y en la tristezas, en la vida y en la muerte, en los triunfos y fracasos. A continuación dos oraciones para pedir por ellos

Oraciones para pedir por los Sacerdotes

Señor Jesús, te pido por tus sacerdotes. Que cuando estén clavados en la cruz del confesionario, pongas en ellos tu corona de luz en vez de tu corona de espinas.

Que cuando, día a día, te traigan al pan convertido en tu cuerpo, ello no se les vuelva rutina, sino diario milagro.

Que su trato con las almas sea siempre para dejar en ellas el amor y el valor que Tú nos entregas.

Que cuando jóvenes, tengan la fortaleza de tus últimos tres años y cuando viejos, sigan sintiendo que «Dios alegra su juventud».

Que espíritu viviente en carne y hueso, sean como Tú, profundamente humanos y perfectamente divinos.

Que cuando el desánimo y la debilidad los agobien en el camino de su calvario, estés Tú, como Cirineo, para llevarles la cruz y volvérselas gozo.

¡Y que nunca falte quien de la vida por ellos, así como Tú la diste por nosotros!

Oración diaria por los Sacerdotes

Que todos traten de hacerse perfectos como el Padre celestial es perfecto: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que la S. Misa sea ofrecida continuamente por la vida y necesidades del mundo: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que el Santísimo sea amorosamente accesible y adorado:

Señor, danos Sacerdotes santos.

Que el Evangelio sea proclamado fielmente y sin descanso:

Señor, danos Sacerdotes santos.

Que en la absolución sacramental encontremos nuestra paz y felicidad: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que la unión en la oración traiga la unión entre todos los cristianos: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que nuestras Iglesias locales y sus líderes sean siempre leales al Santo Padre: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que toda vida humana sea protegida y defendida como sagrada: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que la misericordia de Dios se extienda a los pecadores, moribundos y difuntos: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que la juventud tenga ayuda para crecer libre de las drogas y toda adición: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que los encarcelados, los ancianos y los sin techo encuentren fe y esperanza en Cristo: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que el amor de Cristo sane los desamparados, los que guarden cama y los enfermos: Señor, danos Sacerdotes santos.

Que Cristo sea la meta y el gozo de los jóvenes y los fuertes:

Señor, danos Sacerdotes santos.

Que los que han oído la llamada de Dios escúchenlo para hacerse líderes futuros: Señor, danos Sacerdotes santos.

OREMOS. Dios de misericordia y santidad, escucha el grito angustiado de tu pueblo para tener sacerdotes santos que les guien. Llena sus corazones con celo luminoso a fin de que puedan desempeñarse dignamente en tu presencia, sean siempre leales a tu Iglesia, y alcancen amarte con un amor eterno. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Muchas oraciones se han escrito por la misericordia de Dios paran pedir por todos los sacerdotes y por su vida al servicio de Jesús y de toda nuestra Santa Iglesia, como las que a continuación se presentan

Oración por los Sacerdotes de la Madre Teresa de Calcuta

María Madre de Jesús y de cuantos participan de su misterio sacerdotal, acudimos a ti como hijos que acuden a su Madre.

Ya no somos niños, sino adultos que de todo corazón desean ser hijos de Dios.

Nuestra condición humana es débil; por eso venimos a suplicar tu ayuda maternal para conseguir sobreponernos a nuestras debilidades.

Ruega por nosotros, para que, a nuestra vez, podamos ser personas de oración.

Invocamos tu protección para poder permanecer libres de todo pecado.

Invocamos Tu amor para que el amor pueda reinar, y nosotros podamos ser compasivos y capaces de perdonar.

Invocamos tu bendición para que nuestros sacerdotes puedan ser como la imagen de tu Hijo, Señor y Salvador nuestro Jesucristo.

Amén.

Otra oración por los sacerdotes 

Señor Jesús, presente en el Santísimo Sacramento,

que quisiste perpetuarte entre nosotros

por medio de tus Sacerdotes,

haz que sus palabras sean sólo las tuyas,

que sus gestos sean los tuyos,

que su vida sea fiel reflejo de la tuya.

Que ellos sean los hombres que hablen a Dios de los hombres

y hablen a los hombres de Dios.

Que no tengan miedo al servicio,

sirviendo a la Iglesia como Ella quiere ser servida.

Que sean hombres, testigos del eterno en nuestro tiempo,

caminando por las sendas de la historia con tu mismo paso

y haciendo el bien a todos.

Que sean fieles a sus compromisos,

celosos de su vocación y de su entrega,

claros espejos de la propia identidad

y que vivan con la alegría del don recibido.

Te lo pido por tu Madre Santa María:

Ella que estuvo presente en tu vida

estará siempre presente en la vida de tus sacerdotes.

 Amén

Se han escrito muchas y hermosas oraciones para pedir a nuestro Señor por la santificación y fe de los sacerdotes que diariamente y a lo largo de su vida se enfrentan a tantas tentaciones , para que cumplan a plenitud con su misión  y sean leales y fieles servidores de la santa Iglesia y de Jesucristo

Oración por la santificación de los sacerdotes

(S.S. PAPA PÍO XII)

Oh Jesús, Pontífice Eterno, Buen Pastor, Fuente de vida, que por singular generosidad de tu dulcísimo Corazón nos has dado nuestros sacerdotes para que podamos cumplir plenamente los designios de santificación que tu gracia inspira en nuestras almas; te suplicamos: ven y ayúdalos con tu asistencia misericordiosa.

Sé en ellos, oh Jesús, fe viva en sus obras, esperanza inquebrantable en las pruebas, caridad ardiente en sus propósitos. Que tu palabra, rayo de la eterna Sabiduría, sea, por la constante meditación, el alimento diario de su vida interior. Que el ejemplo de tu vida y Pasión se renueve en su conducta y en sus sufrimientos para enseñanza nuestra, y alivio y sostén en nuestras penas.

Concédeles, oh Señor, desprendimiento de todo interés terreno y que sólo busquen tu mayor gloria. Concédeles ser fieles a sus obligaciones con pura conciencia hasta el postrer aliento. Y cuando con la muerte del cuerpo entreguen en tus manos la tarea bien cumplida, dales, Jesús, Tú que fuiste su Maestro en la tierra, la recompensa eterna: la corona de justicia en el esplendor de los santos. Amén.

(S.S. PABLO VI)

Ven, oh Espíritu Santo, y da a los sacerdotes, dispensadores de los misterios de Dios, un corazón nuevo que actualice toda su educación y toda su preparación, que les haga conscientes cual sorprendente revelación del sacramento recibido, y que responda siempre con nueva ilusión a los incesantes deberes de su ministerio, en orden a tu Cuerpo Eucarístico y a tu Cuerpo Místico. Dales un corazón nuevo, siempre joven y alegre.

Ven, oh Espíritu Santo, y da a nuestros sacerdotes, discípulos y apóstoles de Cristo Señor, un corazón puro, capaz de amarle solamente a Él con la plenitud, el gozo, y la profundidad que solo Él sabe dar, cuando constituye el exclusivo y total objeto del amor de un hombre que vive de tu gracia; dales un corazón puro que sólo conozca el mal para denunciarlo, combatirlo y huir de él; un corazón puro como el de un niño, pronto al entusiasmo y a la emoción.

Ven, oh Espíritu Santo, y da a los ministros del pueblo de Dios un corazón grande, abierto a tu silenciosa y potente Palabra inspiradora; cerrado a toda ambición mezquina, a toda miserable apetencia humana; impregnado totalmente del sentido de la Santa Iglesia; un corazón grande, deseoso únicamente de igualarse al del Señor Jesús, y capaz de contener dentro de si las proporciones de la Iglesia, las dimensiones del mundo; grande y fuerte para amar a todos, para servir a todos, para sufrir por todos; grande y fuerte para superar cualquier tentación, dificultad, hastío, cansancio, desilusión, ofensa; un corazón grande, fuerte, constante, si es necesario hasta el sacrificio, feliz solamente de palpitar con el Corazón de Cristo y de cumplir con humildad, fidelidad y valentía la voluntad divina. Amén.

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