Creer en Dios y ser cristiano conlleva a crecer no solo en la palabra sino en el accionar con nosotros y nuestros semejantes, siendo la oración uno de las formas más poderosas para comunicarse con Dios y disfrutar de sus bendiciones.
Cada día debemos agradecer las bondades y oportunidades que nuestro Padre nos ofrece y es a través de la oración que podemos hacerlo.
Orar es hablar con Dios, en forma sincera y abriendo nuestro corazón para agradecer, para pedir ayuda, para buscar consuelo, para pedir por los demás, para pedir un favor que solo Él puede darnos. A través de la oración fortalecemos nuestra relación y compartimos nuestros sentimientos con el Padre. También orar es conversar, con el Espíritu Santo; con nuestra Madre la Virgen María, con los ángeles y con los santos.
Oramos porque nuestra relación con Dios es importante y necesaria. Cuando rezamos, es decir, cuando hablamos con Dios, debemos hacerlo con el corazón para ser escuchados y encontrarnos con nuestro Padre celestial.
¿Por qué oramos?
La oración puede tener distintos motivos: pueden haber oraciones de agradecimiento, para pedir perdón, para interceder a favor de otro y para cualquier necesidad verdadera pues el diálogo con Dios se debe fundamentar en la confianza a nuestro Padre para nuestro bien.
Existen las oraciones poderosas que en momentos difíciles de nuestra vida, momentos de necesidad o de angustia podemos invocarlas y dedicarlas a Dios para que nos ayude y nos indique el camino, fortaleciéndonos como personas cristianas y creyentes. Son oraciones que podemos hacer en cualquier momento y lugar y nos ayudan a reconfortarnos en unión con nuestro Padre celestial y el espíritu santo.
También a través de la Virgen María podemos pedir ayuda y consuelo para nuestras necesidades y más profundos deseos, así como a todos los santos y los ángeles y arcángeles, que en su eterno amor, siempre están ahí para consolarnos ayudarnos a llegar al Padre.
Existen muchas oraciones poderosas, a continuación te presentamos la Oración poderosa para lograr lo que desees.
Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fíeles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste.
Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones; el dedo de la mano de Dios; el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne, aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo.
Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que en Ti, Espíritu de entrambos, creamos en todo tiempo.,
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos.
Amén.
Oración poderosa 1
¡Oh Santo Padre! Protector de la tierra y el cielo;
Tu que nos diste la vida y la dicha de alabarte;
Tú que nos das el halo divino y tu misericordia piadosa.
Ante ti recurro, glorioso padre, para pedir benevolencia y amor.
No permitas que nada me dañe y procura la salvación de mí y de
Mi familia. Guía mis pasos por el sendero correcto
Y apiádate de mis pecados en tu nombre.
Amén.
Oración poderosa y milagrosa 2
Glorioso Dios de Israel; rector del cielo y de la tierra.
Creador de la vida y piadoso redentor de los desafortunados.
Sé benevolente conmigo, tu fiel servidor, para que todo en mi vida
Marche según tus designios. Sé mi luz en tiempos de oscuridad;
Sé mi faro al lado del camino; sé mi guardián en tiempos difíciles.
No permitas que mi amor por ti claudique y aleja a Satanás
De las lindes de mi vida. Por tu santa voluntad,
Amén.
Oraciones católicas de la noche
Por otro lado, si deseas dar gracias a Dios justo antes de acostarte, hemos preparado dos oraciones católicas milagrosas con las cuales le agradecerás por el glorioso día que has vivido:
Oración para la noche 1
¡Dios mío todopoderoso! Hoy te damos las gracias por la dicha y fortuna
Que nos has otorgado el día de hoy. Elevamos nuestras
Plegarias en tu nombre por permitirnos gozar de un día más de vida.
Perdona las faltas que en estas horas cometimos en tu nombre y permite
Que la redención llegue con el sueño para, mañana,
Levantarnos con el corazón glorioso para
Seguir alabándote hasta el final.
Amén.
Oración de noche 2
¡Oh Santo Padre! Esta apacible noche me gustaría dirigir mis súplicas en tu nombre
Para que puedas perdonarme por todo aquella falta que he cometido
Contra ti. Como fiel servidor de tu figura, cada día me sirve para glorificarte
Aún más y te agradezco de profundo corazón que me hayas permito
Gozar de un día más en tu mundo. Procura que la prosperidad me acompañe al
Amanecer que yo te lo sabré agradecer.
Amén.
Oraciones católicas al Espíritu Santo
Las oraciones que a continuación te presentamos están dirigidas al espíritu santo para que a través de El pidas protección y fortaleza al Padre
Oración católica 1
Ven a mi lado, Espíritu creador, y visita el alma de tu fiel servidor;
Visita mi corazón y despierta en él la dicha y gracia del Señor y la piedad
De Jesucristo. Tú, integrante de la santísima triada celestial, guías
Mis pasos para que no caiga bajo las garras de Satanás.
Procura mi protección contra la maldad y acompáñame
Diariamente para seguir la voluntad de Dios.
Amén.
Oración católica 2
Espíritu Santo, dulce morador en la conciencia de los devotos,
Mensajeros del Santo Señor y piadosa figura sabia de todos nosotros.
Sé mi hueste contra las fuerzas del mal y mi faro
Cuando el camino se torne oscuro y sin luz.
Procura mi seguridad para seguir alabando al Señor hasta
Los siglos de los siglos.
Amén.
Oraciones católicas de sanación
Estas oraciones sirven para pedir por tu salud y la recuperación de una enfermedad y el bienestar de tu cuerpo. Ora y utilízalas diariamente con fe
A ti te invoco san Antonio de Padua; a ti también gloriosa Virgen María;
Invoco tu presencia señor Jesucristo e intercedo por en tu nombre Santo Padre.
Les pido que me socorran en este momento de tormento en que mi
Salud se encuentra golpeada y necesito de vuestra ayuda para salir
A flote de este padecimiento. Yo que en mi vida les he sido fielmente devoto,
Les imploro con esperanza que me sepan auspiciar en estas horas de decaimiento.
Con su ayuda, sé que recobraré mis fuerzas. Por sus santos nombre,
Amén.