Aun cuando hoy en día San Expedito no aparece en el Santoral de la iglesia Católica, ya que a partir del Concilio Vaticano II fue eliminado del mismo, costumbre ésta propia del Vaticano y que sucede cada tanto tiempo. A pesar de ello, la devoción por ese Santo en vez de disminuir, cada día se acrecienta más y se ha hecho más conocido entre los necesitados de urgente ayuda espiritual y material.
Cuando se presentan situaciones difíciles, que se intentan resolver por diferentes vías y no se les haya solución, se llega a momentos de desesperación, muchas veces renegando de Dios y algunas veces recurriendo a prácticas no cónsonas con las creencias cristianas. Es en esos casos cuando San Expedito puede conceder su ayuda. Él interviene en todas las ocasiones cuando se requiere ayuda urgente, ya que está dotado para conseguir prontas soluciones para los problemas más complejos que se presenten.
Historia de San Expedito
Se afirma que San Expedito perteneció al ejército romano; siendo comandante de soldados de una legión, le correspondió defender al Imperio romano frente a las invasiones bárbaras asiáticas. Esto sucedió a inicios del siglo IV, cuando Diocleciano ejercía como Emperador y quien posteriormente fue quien ordenó que lo asesinaran, después de haber sido martirizado como consecuencia de haberse convertido a la fe cristiana.
A San Expedito, quien había escuchado prédicas de parte de los cristianos,le asombraba la forma positiva que adoptaban los cristianos al momento de morir; además, tuvo visiones de Dios, recibiendo gracias divinas que le hicieron cambiar su vida convirtiéndose al cristianismo y acogiéndose a la fe en Jesucristo, por lo cual se negaba a rendirles culto a los dioses paganos. Esto condujo a la ira del Emperador, decretando la ejecución del Santo.
A través de los tiempos se ha comentado que al momento de la conversión de San Expedito al cristianismo, se le aproximó el espíritu del mal en la figura de un cuervo que vociferaba “cras, cras, cras”, sonido que al ser traducido al latín significa “mañana, mañana, mañana”. Esto se ha interpretado como una tentación para que su disposición a convertirse al cristianismo la pospusiera, con la esperanza que no se llegara a hacerse efectiva.Ante esto San Expedito reaccionó aplastando con sus pies al cuervo, a la vez que decía “hodie, hodie, hodie” que significa “hoy, hoy, hoy”, expresando además: “No dejaré para mañana mi decisión, a partir de hoy seré cristiano”, afirmación con la que selló su destino y su sentencia de muerte.
Significado de su nombre
“Expeditus” es un calificativo que en latín significa “libre de cargas”, que aplicado a una legión militar se refiere a los integrantes de un pelotón equipado con armamentos de fácil traslado y que poseen fácil movilidad para explorar y profundizarse en terrenos enemigos, son los denominados “infantería ligera”, grupo al que pertenecía San Expedito antes de su conversión.
Siendo así su nombre sinónimo de prontitud, se le considera la figura del santoral idónea para interceder rápidamente los problemas que se le plantean,
Esto ha hecho que se le conozca como patrono de navegantes que frecuentemente se enfrentan a situaciones inesperadas y que deben resolver con inmediatez y de los comerciantes quienes generalmente deben rápidamente resolver compromisos contraídos.
Es también mediador de enfermos, de jóvenes y estudiantes, en juicios, en problemas de trabajo y en conflictos familiares; grupos poblacionales que requieren prontitud para salir de difíciles situaciones.
Representación emblemática de San Expedito
La ilustración más difundida de San Expedito lo muestra con la vestimenta de un integrante de las tropas militares de Roma. En la mano derecha sujeta una cruz con la inscripción de la palabra “hodie” y en la mano izquierda porta una hoja de palma que representa el martirio y sufrimiento a que fue sometido. Debajo de su pie derecho se visualiza un cuervo asociado a la escritura de la palabra “cras”.
Notoriedad de San Expedito
Se tiene conocimiento que la devoción por San Expedito data desde la Edad Media, iniciándose en Italia, específicamente en las regiones de Lombardía, Turín, Campagnia y Sicilia. Dada su popularidad en la resolución de escabrosas situaciones, su fama se extendió por los lugares más dispersos del planeta; siendo venerado hoy en día en Alemania, España, Rusia, Turquía, Austria, Francia y América Latina. En Estados Unidos también es reverenciado sobre todo en los Estados que recibieron mayor influencia española.
Conmemoración y costumbres para homenajearlo
El día escogido para rendirle reconocimiento especial a San Expedito es el 19 de Abril, por considerar que es el día de su muerte. Aun cuando su popularidad es limitada, en los lugares donde se le hacen tributos, ese día se celebran misas durante todo el día, y a una hora determinada se hace la misa principal donde asisten las máximas autoridades eclesiásticas de la región. Al concluir esta misa, la multitud de fieles asistentes, acompañan a los sacerdotes a una procesión con la imagen del Santo. Terminada esta, la imagen es regresada al Templo y se le presentan ofrendas para hacer solicitudes por medio de su intercesión o se le pagan promesas hechas con anterioridad.
Milagro a través de la historia
Es atribuido a San Expedito el denominado Milagro del Agua, que ocurrió en vida del Santo mientras lideraba la legión romana que se enfrentaba a los bárbaros en lo que hoy se conoce como Armenia y Turquía.Para ese entonces, el Santo tenía conocimiento de las enseñanzas de Jesús a las cuales prestaba ocasionalmente cierta atención; sin embargo, se enfrentaba al hecho que él como soldado romano debía perseguir a los cristianos.
En el caso mencionado, los legionarios se encontraban extenuados, sin provisiones y rodeados por sus enemigos, siendo inminente que serían vencidos por los bárbaros. En un momento de desesperación y de entrega, los soldados romanos se arrodillaron y orando en imitación a los cristianos, pidieron al Dios de estos, su rápida ayuda. Ante esta inusitado escenario, los bárbaros se desconcertaron y detuvieron la acción bélica, momento en que se inició una tempestad, que permitió a los soldados calmar su sed y retomar fuerzas para finalmente vencer en la batalla.
Fue de este modo que parte de los legionarios, entre ellos San Expedito, se convirtieron al cristianismo.
Qué propósitos tiene orar a San Expedito
Orar a San Expedito tiene como propósito solicitarle su orientación y pedirle la ayuda que con urgencia necesitamos, para resolver situaciones que interfieren en el buen transcurrir de nuestras vidas diarias, con la firme convicción que por su justicia y pidiéndole con devoción y esperanza, siempre se recibirá una solución al problema.
Es considerado el protector de los desesperados y de los afligidos y se le atribuye el don divino de otorgar serenidad, fuerza y protección cuando las condiciones se hacen muy difíciles y hasta peligrosas, actuando como intercesor ante Jesucristo para solucionar urgentemente casos que humanamente parecen imposibles, ofreciendo además consuelo ante situaciones desesperadas.
Se recomienda que la oración a San Expedito debe terminar con el firme compromiso de propagar su devoción en señal de agradecimiento por su ayuda.
Reflexiones
A San Expedito se le conoce como abogado de lo imposible, al igual que a San Judas Tadeo y a Santa Rita. Tiene la gracia de intervenir en la resolución de problemas urgentes, donde no puede haber demoras sino que necesitan rápida solución para evitar el agravamiento de la situación.
Se dice que al hacerle una petición él no espera ser venerado ni reconocido, su retribución consiste es que a quien se le solucione una situación irregular debe agradecerlo acercándose sinceramente a Dios.
Entre las Oraciones más significativas a San Expedito, se pueden exponer las siguientes:
Oración 1:
Mi San Expedito de las causas justas y urgentes,
intercede por mí junto a Nuestro Señor Jesucristo,
para que venga en mi socorro en esta hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito tú que eres el Santo guerrero,
Tú que eres el Santo de los afligidos,
Tú que eres el Santo de los desesperados,
Tú que eres el Santo de las causas urgentes,
protégeme, ayúdame, otorgándome: fuerza, coraje y serenidad.
¡Atiende mi pedido!
(Hacer el pedido).
Mi San Expedito, ayúdame a superar estas horas difíciles.
Protégeme de todos los que puedan perjudicarme,
protege a mi familia.
Atiende mi pedido con urgencia.
Devuélveme la Paz y la tranquilidad.
¡Mi San Expedito! Estaré agradecido por el resto de mi vida
y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe.
Amén
Oración 2:
San Expedito bendito protector nuestro:
guerrero y mártir que ahora gozas del Paraíso Eterno,
hoy me arrodillo ante ti para pedir tu asistencia,
te reclamo con urgencia y fervor
para que vengas en mi auxilio.
Las necesidades urgentes que hay en mi vida
no me permiten el descanso
vivo en estado de preocupación y de depresión continua.
Me siento solo y desesperado,
el abatimiento me acompaña,
el desconcierto me guía,
y el sufrimiento se ha apoderado de mí.
Tú que eres el santo patrón de las causas justas y urgentes,
ayúdame, santo glorioso, a levantarme.
Te pido que acudas presto y derrames sobre mí
el valor, la energía, la esperanza,
que alivies mis penurias y miserias,
para que con tu mediación logre solucionar
las angustiosas necesidades,
los problemas económicos que me apremian
y la ruina de la que no sé cómo salir,
te pido que con tu caridad me concedas:
(Mencionar ahora la petición).
Ayúdame a utilizar mi coraje,
a desarrollar mi fuerza y potenciar mi voluntad,
para que la terrible situación por la que ahora estoy pasando,
se resuelva pronto y todo quede en un recuerdo,
que todo sea una experiencia que tuve que pasar
para aprender y mejorar,
y que solucionados los obstáculos
se abran mis puertas a un futuro de éxito y prosperidad.
Glorioso San Expedito, oye mi suplica,
te ruego atiendas mis ruegos con urgencia.
Gracias san Expedito, santo benevolente,
pues se que estas aquí conmigo, escuchándome,
y que mi mejoría comenzará en este mismo momento,
yo te lo agradeceré el resto de mi vida
y llevare tu nombre al que lo precise.
Amén.
Oración 3:
Soberano San Expedito,
El socorrista por excelencia de las causas justas y urgentes,
Intercede en mi nombre frente al Dios padre todopoderoso,
para que me auxilie en estos momentos de desesperación
y angustia solemne.
(Hacer la petición)
Soberano San Expedito,
tú que eres el guerrero santo, el fiel servidor de Dios.
Tú que eres el Santo de los afligidos,
El Santo de los casos urgentes;
dame de tu protección, auxíliame,
dame de tus virtudes y fortaléceme con
coraje, valentía, calma, serenidad y fuerza. Amén