La intercesión o mediación de Dios se hace presente siempre en todos los seres humanos. Hay momentos en la vida en los cuales, por alguna razón, las personas se alejan de las enseñanzas del Ser Supremo y empiezan a experimentar efectos negativos en su vida diaria, que en ocasiones no se les encuentra explicación.
Es en esos momentos es cuando se hace necesario obtener una sanación espiritual, que no es otra cosa que la intermediación de Dios para
La sanación espiritual es la intercesión de Dios o de Jesucristo para eliminar todas las inquietudes que internamente nos afligen y así lograr un estado de gracia que con fe nos llena de la paz espiritual que nos acerca a Dios y nos aleja del espíritu de la maldad.
¿Es necesaria la Sanación Espiritual?
Se considera que periódicamente los creyentes deben someterse a un proceso de Sanación Espiritual. Siempre se está pendiente de cualquier malestar que aqueja al cuerpo y al presentarse algún síntoma se recurre al médico lo más pronto posible buscando la sanación corporal. Los males que inquietan a la espiritualidad no siempre son percibidos con claridad, al menos que sean tan acentuados que interfieran en la tranquilidad personal. De igual manera que se busca la ayuda médica, es necesario buscar la ayuda de Dios.
Por medio de ese acercamiento a Dios, la persona se ve libre de obstáculos que le impidan realizarse como un ser pensante y por el contrario puede disfrutar de una vida llena de bendiciones y de los beneficios que estas traen.
¿En qué consiste la Sanación Espiritual?
Se logra por medio de oraciones que permiten y tienen como fin hacer que la persona se entregue a Dios de una manera sincera y real, poniendo en manos del Creador todas sus preocupaciones, dolores, angustias, dudas, tristezas, amarguras con la firme certeza que obtendrá una plena paz espiritual.
Cuando se desea proceder a la Sanación Espiritual, lo que en realidad se quiere es comunicarnos con Dios. Esto debe hacerse en momentos donde no existan elementos perturbadores que distraigan la interrelación directa entre Dios y la persona, por tanto es recomendable hacerlo en un ambiente de recogimiento, tranquilidad y de ser posible, soledad. Se presenta ante el Creador todas las angustias que nos atormentan pero también los proyectos, anhelos y sueños que se tienen, entendiendo que es una conversación íntima con alguien que ya conoce muy bien de nuestra vida, así dejamos a su voluntad la decisión de concedernos no solo la sanción espiritual, sino también la sanación mental y corporal.
Necesidad de ser meritorio de la Sanación Espiritual
Al considerar la existencia de una vida espiritual eterna, donde se disfrutará plenamente de todas las bendiciones y bondades que implica el compartir y estar cerca de Dios, no se puede olvidar que debemos llevar una vida terrenal cónsona con las exigencias de las leyes divinas para obtener el beneficio de estar toda la eternidad al lado de Dios.
Sin embargo, como humanos no se está exento de desviarnos de los mandatos de Dios, cayendo repetidamente en incumplimientos de la misma. Por esa razón, se hace muy importante y necesario el acogerse a la práctica de la Sanación Espiritual, por medio de la cual Dios nos limpia de los errores cometidos, da fuerzas para rectificar y seguir por los senderos correctos y profundiza las creencias como cristianos.
Diversas interpretaciones relativas a la Sanación Espiritual
En este caso se está haciendo referencia a la Sanación Espiritual desde el punto de vista de la religión católica. Hay que tener presente que también se hacen prácticas de sanación siguiendo las costumbres de otras Iglesias, las cuales merecen todo el respeto posible.
Sin embargo, se considera que en oportunidades el recurrir a buscar la sanación espiritual se ha banalizado un poco, en el sentido de llegar a utilizar medios esotéricos y ritos de magia que en ningún momento procuran el acercamiento espiritual a Dios, mientras que por el contrario puede darse cierto alejamiento. Por otra parte, hay casos que ofrecen “resultados garantizados” de sanación espiritual a cambió de un pago monetario, situación que está totalmente reñida con las enseñanzas de Dios y simplemente, son negocios terrenales lucrativos.
Recomendaciones para obtener la Sanación Espiritual
Para que la Sanación Espiritual sea concedida, se recomienda tener presente algunos aspectos que muchas veces son olvidados. Entre estos son importantes: 1) Admitir que interiormente se tiene algo que debemos cambiar a través de una sanación espiritual.
2) Tener conciencia de las situaciones que produjeron los problemas y las conductas negativas, enumerándolos a todos los que recordamos (rabia, envidia, temor, etc).
3) Perdonar sinceramente a la persona que produjo el problema, nombrándola tanto a ella como a las acciones que se quieren desechar.
4) Pedirle realmente perdón a Dios por los sentimientos malos que se han tenido (Romanos 10:10).
5) En un momento de profundo recogimiento, manifestar y reconocer los sufrimientos espirituales y corporales que padeció Jesús en su pasión y muerte, y que todo lo hizo por la salvación de la humanidad.
6) Creer y tener la fe inmensa en la intercesión del Espíritu Santo en ese momento, para sanar todas las heridas que aquejan el alma de quien busca la sanación espiritual (Marcos 11:24).
7) Agradecer y alabar a Dios por su intervención en el proceso de sanación.
8) Hacer una revisión de nuestro proceder durante la solicitud de sanación.
Este último paso es importante, porque es cuando analizamos si existe una correspondencia entre lo presentado ante Dios y el logro obtenido; en otras palabras, si la Sanación Espiritual tuvo resultados positivos o no. De no existir esta correlación, es decir, si las circunstancias que nos rodean no cambian es porque por alguna razón la solicitud de sanación falló y entonces se debe revisar en cual paso de los anteriores hubo alguna deficiencia.
Existen hermosas Oraciones para lograr la Sanación Espiritual. A continuación te presentamos algunos ejemplos.
Oración 1:
Señor, sé que Tú me amas y me bendices, todos los días te alabo, te bendigo, te doy gracias porque eres grande y maravilloso, bendito seas.
En este momento quiero entregarte, darte, donarte todos mis problemas porque sé que Tú me puedes ayudar, porque sé que Tú me puedes dar la paz que necesito.
Buen Jesús, en los momentos de oscuridad ilumina mi vida, sé el sol que se asoma por mi ventana, permíteme saber hacia dónde caminar.
Te pido, amado mío, que en los momentos de tristeza me des alegría. Me entrego a Ti y te suplico que actúes en mi corazón.
Tú sabes que necesito de Ti, de tu protección, de tu fortaleza. Sin Ti no soy capaz de vencer, sin Ti los problemas me vencen pero contigo todo lo puedo.
Te digo Señor que Tú eres un Dios bueno, alabado y glorificado seas.
Tú conoces mis debilidades y angustias en este momento, te pido que me llenes de tu bendición.
Sé que Tú, en este momento estás pasando por aquí, Tú estás llenando de paz y serenidad a todos los que en este momento rezan esta oración, gloria a tu nombre bendito por siempre.
Ven Señor a tocar mi corazón que te necesita por diferentes situaciones, hoy te necesito más que nunca en mi vida.
Ven Señor en mi ayuda, ven en mi auxilio, clamo a Ti, clamo por tu protección, clamo por tu fortaleza, clamo por tu perdón.
Entra a mi corazón y renuévame, quita de mí las indecisiones, la tristeza, la melancolía, todo sentimiento de fracaso, de depresión, fobias, miedos, temores…
Toma Señor mi dolor, bendito seas Jesús.
Mueve tu mano sanadora en mí, mueve Señor, tu mano poderosa para sentirme fortalecido. Que pueda yo creer en Ti.
A pesar de que mi vida sentimental esté pasando por momentos duros, mira la crisis de: (mi matrimonio, mi trabajo, mi hogar, mis familiares) Las cosas no salen como las espero, Señor mío.
Confío en Ti, confío en tu amor, sé que sólo Tú me puedes dar lo que nadie me puede dar.
Tú eres el amigo que nunca falla. Señor, transfórmame con tu poder y tu misericordia. Bendito seas Jesús, bendito sea tu Santo Nombre.
Hoy, quiero entregarte Señor, todo mi tiempo, mis emociones, mis sentimientos, mis pertenencias, mis bienes materiales, mi vida, mi enfermedad.
Te entrego, Señor mío, todo, absolutamente todo lo que tengo y todo lo que soy.
Santo, Santo, Santo eres Señor, Dios del Cielo y de la tierra, digno de adoración.
Bendito y alabado seas, Santo eres Tú. Gloria a Ti, Gloria y alabanza por siempre.
Quiero unirme a los coros celestiales, a todos los coros angelicales y glorificarte con todos ellos.
Te quiero bendecir por toda la eternidad con mi testimonio de vida. Tuyo soy Señor, tuyo soy.
Sé que tu amor se derrama en mi vida en estos momentos y estás tocando lo profundo de mi corazón, sanando toda herida, toda frustración, todo dolor.
Vienes a mi vida a darme consuelo y fortalecerme con tu compañía.
Ven y quédate Jesús, quédate.
Amén.
Oración 2:
Santo Señor celestial, sé que tú me guías y me acompañas en cada trayecto
De mi vida y sé que tu luz siempre está presta a iluminarme en
Mis momentos de oscuridad; sé, además, que tu piedad bondadosa se apiadará
De este humilde servidor. Ante ti me hinco, señor, para pedir redención espiritual.
Aleja de mis pensamientos el pecado y permite que tome tu camino
De felicidad, prosperidad, dicha y amor.
Dame fuerza y fe como solo tú sabes darla.
Amén.
Oración 3:
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides ninguno de sus beneficios.
El perdona todas tus culpas
y cura todas sus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura:
él sacia de bienes tus anhelos,
y como un águila se renueva tu juventud.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseña sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel.
Oración 4:
Dios todo poderoso, creador de todo lo que veo
Y protector de los fieles en tu nombre.
Ante ti acudo el día de hoy para pedirte que intercedas por
Mi conciencia espiritual; no permitas que la maldad
Envenene mi espíritu y aleja el pecado
De mi mente para siempre.
Sé que con tu mediación conseguiré la dicha eterna.Amén.
Oración 5:
Mi amado pastor Jesús, yo que tantas veces te he servido
Hoy invoco tu presencia para que puedas socorrerme
En estos momentos de desespero; en estas noches largas
Y en días eternos de pesadumbre. Mi mal, aunque insoportable,
Es pasajero; mi fe, en cambio, es eterna e inquebrantable.
Ayúdame en estas horas de desconcierto y sé mi protector
En esta vida.Amén.
Las oraciones para la Sanación Espiritual permiten conversar con Dios para reconocer ante Él todos nuestros errores e imperfecciones humanas y presentarle todos nuestros proyectos, esperanzas y sueños, así como nuestros problemas, preocupaciones y conflictos, con la finalidad que de una manera muy especial por medio de sus bendiciones y si es su voluntad, intervenga en nuestras vidas y nos otorgue la sanidad espiritual y corporal.
No se debe olvidar que Dios siempre está presente entre nosotros, por eso es fácil hablarle con confianza pero con concentración y sinceridad.