Para los creyentes, indiferentemente de la Iglesia a la cual pertenecen o a la religión que profesan, la Oración es la vía que se tiene para comunicarse con el Ser Supremo. Por medio de la Oración se establece un vínculo espiritual, en el cual el humano le habla a Dios y Dios nos responde con acciones que repercuten en la vida individual de cada quien.
¿Para qué orar?
Todos necesitamos comunicarnos con nuestros semejantes y aún más con quienes nos rodean. Si Dios nos creó a imagen y semejanza suya, es natural que se haga necesario establecer una retroalimentación entre Él y los seres humanos. Al igual que con nuestros padres se hace indispensable el hablar y pedir consejos y asesoramiento, con Dios es esta acción es imprescindible, porque a Él debemos nuestra vida.
Se tiene la errada creencia que la Oración se utiliza únicamente para solicitar ayuda el Creador, en momentos de necesidades y angustias. Si bien es cierto que al tener problemas se solicita ayuda a quien pueda hacerlo, se debe tener claro que se debe orar también agradeciendo por todos los beneficios, bendiciones y bondades que tenemos en esta vida terrenal, y aún más se debe agradecer por situaciones desagradables que suceden pero que al final son beneficiosas porque hacen crecer a las personas en experiencias y sabiduría.
¿Que sabemos de la costumbre de orar?
Desde tiempos inmemorables los humanos han manifestado la intrínseca disposición que tienen de hablar con quién guía sus vidas. Se habla que al principio de los tiempos, la comunicación entre Dios y los hombres era con manifestaciones físicas por medio de apariciones a personas muy compenetradas con Él, como eran los denominados Profetas. Posteriormente, en tiempos de Jesucristo, como hombre que era se hizo común la plática directa entre los pueblos y Él. Hoy en día en intercambio se hace a través de la Oración. En todo caso, Dios siempre ha recomendado hacer Oración y que debe hacerse de forma persistente (Lucas 18:1).
¿Cómo orar?
La mejor forma de orar es conversando directamente con Dios, con palabras sencillas pero sinceras, que sean emotivas y expresen nuestros verdaderos sentimientos. Como esta acción es difícil de entender por el común de las personas y posiblemente con la intención de ayudar, se han ido ideando y escribiendo Oraciones a Dios que se van trasmitiendo continuamente.
Este tipo de Oración escrita tiene el inconveniente que generalmente se hace de forma automática, recitando frases ya establecidas sin que se sientan verdaderamente, con lo cual puede a Oración perder efectividad
¿Cuando hacer Oración?
Se debe y se puede orar en cualquier momento del día y ante cualquier circunstancia y situación, de manera de estar continuamente en comunicación con Dios. Sin embargo, se recomienda tener momentos de recogimiento para orar, donde ninguna circunstancia cause distracción o pueda interrumpir la comunicación, de allí la presencia de recintos especialmente destinados para hacer Oración. Sin embargo, ese recogimiento también puede lograse en nuestras casas o en nuestro lugar de trabajo, si se tiene la suficiente capacidad de abstraerse de lo que nos rodea.
Orar en agradecimiento a Dios
Agradecer es reconocer y apreciar lo que otra persona hace por uno y usualmente, es costumbre generalizada entre los seres humanos expresar nuestra gratitud al recibir un favor o un obsequio. Desde el punto de vista humano, el agradecimiento crea mayor confianza y esto hace que se compartan situaciones cuotidianas, interactuando la relación de amistad en ambas direcciones.
Sin embargo, olvidamos agradecer a Dios por la infinidad de bondades que nos otorga cada día; posiblemente porque creemos que todo lo merecemos y que no es Dios quien nos las provee, sino que nos llegan porque así tiene que ser. Se debe tener presente agradecer siempre a Dios por todo lo que nos sucede y esto se puede hacer con una oración silenciosa con palabras nuestras o con la lectura de una oración escrita para tal fin.
Al acostumbrarse a expresar agradecimiento a Dios, esa acción se convierte en una actitud de vida y eso puede hacer que las necesidades, peticiones y deseos se transformen en bendiciones y todos los aspectos del diario vivir fluyen de forma positiva y los problemas que se presenten ayudarán al crecimiento espiritual.
Cómo interpretar el agradecimiento a Dios
Cuando se agradece a Dios por todo lo que sucede en nuestro transitar terrenalmente, se está haciendo una ofrenda de reconocimiento de que todo lo que tenemos ha sido concedido por Él. Es bueno destacar que el valor del agradecimiento no es para tener la garantía de conseguir más benéficos en el futuro; sencillamente es para mantener activa la comunicación con el Creador, mantener pensamientos positivos y no caer en momentos de desesperanza, con lo cual se acrecienta la fe y la confianza en Dios.
El agradecimiento a Dios crea una retroalimentación hacia el ser humano, cuyos beneficios van transformándolo hasta llegar a tener una visión más positiva de lo que acontece en el diario vivir y es por qué suceden las cosas, ayudándonos así a comprender mejor nuestra misión en la tierra y fundamentalmente, a entender la existencia de una verdadera vida espiritual.
El agradecimiento nos ayuda a profundizar nuestra visión, permitiéndonos descubrir momentos y circunstancias que por nuestras limitaciones humanas pasaban desapercibidas, de esta manera los problemas y dificultades se transforman en buenas oportunidades y en soluciones; no por nuestra voluntad sino por la voluntad de Dios.
Consecuencias del manifestar agradecimiento a Dios
Agradecer a Dios nos hace ser mejores personas, cambia nuestra actitud con nuestros semejantes llevándonos a ser más tolerantes y ofrecer nuestra ayuda, vemos la vida desde un punto de vista más optimista, nos permite vencer dificultades, sentimos más fuerzas para seguir adelante. Todo esto nos hace crecer anímica y espiritualmente, lo que a su vez nos acerca más a Dios.
El agradecimiento al Ser Supremo nos permite alejarnos de lo negativo y de lo malo, ayudándonos a entrar en un mundo de mejores oportunidades, tanto espirituales como materiales, con lo cual se logra un comportamiento de satisfacción y logros positivos, que sin darnos cuenta nos harán sentir dichosos. Nuestras vidas tendrán más abundancias y menos carencias.
Oraciones de agradecimiento a Dios
Oración 1
“Dios mío te agradezco por protegerme a mí y a mi familia eres mi guía y a quien le debo todo lo que tengo en esta vida. Te amo mi Jesús.
Padre gracias por este nuevo día. Te doy gracias por las personas que colocas en mi vida que son de bendición. Te pido bendice mi vida, mi salud, mis proyectos.
Gracias Señor, por la vida, por la salud, por la familia, por el hogar, por el trabajo, por los alimentos, por la bendición de cada día.
Bendice Señor a mis amigos y mis enemigos, porque ellos también necesitan de ti. Te ruego Señor por aquellos que sufren y te pido Padre paz para el mundo entero.
Te agradezco Jesús por toda esa gente que dejaste en mi vida, que amo y me hacen feliz. También te agradezco por los que se fueron y que me hicieron más fuerte. Sigue guiándome, muéstrame el camino correcto y dame la luz que necesito.”
Oración 2
“Gracias a Ti, Jesús, por ser y por estar. Por buscarme, por esperarme. Por tirar de mí, por empujarme cuando no puedo más. Por pensarme en un hogar, por hacerme hogar. Gracias por poder cuidar a otros. Por poner en mi camino risas y fidelidad. Gracias por regalarme una vida. Por la salud que pronto olvido. Por mis fuerzas, por mi pasión. Gracias, Jesús, por el mar y por el cielo. Por la noche y las estrellas. Por el campo y el sendero. Por el agua y por el pan. Gracias por las lágrimas y las cruces. Por la noche y por la luz. Por ponerme en un lugar, por mis raíces. Gracias porque te quedas conmigo, porque te puedo tocar”.
Oración 3
“Querido Santo Padre;
Tú que con esmero y paciencia me has acompañado
En todo este tiempo y que me has guiado por la
Única y verdadera fe. Tú que me levantaste en momentos de oscuridad
Y me diste el ánimo para que yo pudiera afrontar los obstáculos de la vida.
Tú que nunca me desamparaste en situaciones escabrosas y siempre
Estuviste allí para que yo pudiera apoyarme en tu hombro.
Señor, el día de hoy, como ningún otro, yo estoy
Agradecido por todo aquello que has logrado concebirme.
Gracias te pido por mi estado de salud, por mi familia, por mis amigos, mi trabajo
Y todo aquello que, con esmero y esfuerzo, he podido yo
Alcanzar gracias a tu santa voluntad.
Espero yo poder seguir protegido por manto y me despido
Elevando bendiciones en tu nombre.
Amén.”
Oración 4
Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, Tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Quiero decirte gracias por todo aquello que recibí de Ti.
Gracias por la vida y por el amor, por las flores, por el aire y por el sol, por la alegría y por el dolor, por lo que fue posible y por lo que no fue. Te ofrezco todo lo que hice, el trabajo que pude realizar, las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
Te Presento a Mi Familia, Mis Hijos, Los Amigos De Siempre, Las Amistades Nuevas Los Antiguos Amores, y al Amor de Mi Vida
Los que están cerca de mi, los que pude ayudar, y aquellos con quien compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Más también Señor, hoy te quiero pedir perdón. Perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra dura e inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, perdón por vivir sin entusiasmo.
También por la oración que poco a poco fui aplazando y que ahora vengo a presentarte, por todos mis olvidos, descuidos y silencios, nuevamente Te pido perdón. Que los próximos días sean siempre Bendecidos.
Lléname, también, de bondad y alegría para que todas las personas que yo encuentre en mi camino puedan descubrir en mí un poquito de Ti.
Danos siempre días felices y enséñanos a repartir felicidad.
Así es y Así será… Amén”.