Jesucristo nuestro Señor es venerado en Perú como “El Señor de los Milagros”. El 14 de septiembre se realiza el homenaje especial al Señor de Los Milagros, con una misa solemne seguida de la procesión con la imagen, que recorre las calles y avenidas próximas al Templo de las Nazarenas.
En las otras ciudades donde se le rinde culto, poseen reproducciones exactas de la imagen original, para poder cumplir con el requisito de la procesión que junto a la misa, constituye el fundamento del homenaje
Historia del Origen de la devoción al Señor de Los Milagros
En el siglo XVII, siendo Lima capital del Virreinato de Perú, había una considerable población de esclavos originarios de Africa. Estos esclavos eran clasificados por linajes u orígenes y entre ellos estaban los angolas o angoleños, que al igual que otros grupos conformaban una comunidad o cofradía, que e el caso de los angola estaba ubicada en la región de Pachacamilla en Lima.
Uno de estos esclavos, cuyo nombre se cree que era Benito o Pedro Dalcón, devoto de Cristo Crucificado, pintó en una pared de adobe una imagen alusiva a esta devoción. Se afirma que mientras el esclavo pintaba la imagen se escuchaban cánticos religiosos y se percibían resplandores. Tiempo después, unos soldados encontraron la imagen terminada y a sus pies estaba el cuerpo incorrupto del autor de la pintura.
La imagen sólo era conocida por los allegados a la comunidad, hasta que el 13 de noviembre de 1655, Lima fue escenario de un terremoto que causó la muerte a miles de pobladores y derrumbó la mayoría de las precarias construcciones allí existentes, entre ellas las paredes de la Cofradía de los angoleños, a excepción de la débil pared con la imagen de Cristo, que, increíblemente, permaneció indemne.
Posteriormente, en los años 1687 y 1746, se registraron fuerte movimientos telúricos que destruyeron prácticamente todo el poblado, quedando siempre de pie y sin daño alguno la pared con la imagen de Cristo Crucificado.
Referencias del Señor de los Milagros
Además de conocérsele por este nombre, recibe otros diferentes nombres tales como Cristo de los Milagros, Cristo de Pachacamilla, Cristo Morado, Cristo de las Maravillas, Cristo Moreno y Señor de los Temblores y consiste en una imagen de Jesús Crucificado pintada en una pared de adobe, que ha soportado y sobreexistido a varios terremotos y que actualmente forma parte destacada en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima, en Perú.
Las Nazarenas
Constituyen un grupo de religiosas pertenecientes a la congregación de las Carmelitas Descalzas que tienen su Monasterio al lado del Templo dedicado al Señor de Los Milagros. Ellas regentan y cuidan el Templo, e cual por estar ubicado en una zona sísmica, sufre continuos deterioros por lo que amerita constantes remodelaciones, con la salvedad que en ninguna oportunidad la pintura del Cristo ha sufrido daño alguno.
¿En qué consiste la imagen?
En la pintura se representa como figura principal a Jesucristo en la cruz y sobre esta se visualiza dos imágenes que simbolizan a Dios Padre y al Espíritu Santo. A la derecha de Cristo Crucificado se observa una imagen de la Madre de Jesús, cuyo pecho está atravesado por una lanza para escenificar el dolor por Ella padecido. A la izquierda de Jesucristo está representado San Juan Apóstol significando la fidelidad. En resumen la imagen, pintada por una persona sin cultura artística, plasma sabiamente los principios de la fe católica.
La eventualidad, aunque negada por sus devotos; de perder la imagen ante los frecuentes movimientos telúricos, obligó a que se reprodujera en óleo la imagen y es esta la que está presente en las procesiones que se le hacen.
Propagación de la Fe al Señor de Los Milagros
Toda la historia referida al origen del Señor de los Milagros, así como los prodigios a él atribuidos, han hecho que los devotos aumenten con el tiempo y la devoción ha permanecido no solo en Perú, sino que ha salido de sus fronteras llegando a diferentes puntos de América Latina y del Viejo Mundo. En Chile, por ejemplo, ella es una tradición conmemorarlo cada último domingo de octubre.
Origen de la veneración al Señor de los Milagros
Se dice que la pared con la imagen del Cristo de los Milagros permaneció abandonado desde el primer terremoto que lo dejó intacto en 1655 hasta el año 1670 cuando un poblador, de nombre Antonio de León, lo encontró en perfectas condiciones. Esta persona, parece ser la primera en venerar la imagen y ser beneficiada por la misma, pues él padecía de serios trastornos de salud que los médicos no habían podido solucionar y que desaparecieron después de solicitar a la imagen la cura de sus padecimientos, esto le fue concedido y a partir de ese momento inició la propagación de la fe en la imagen, lo que favoreció el inicio de una feligresía devota de la imagen.
Desacertadas conductas ante el fervor a la imagen
Como consecuencia del aumento de devotos y de los milagros a tribuidos a la imagen, se empezaron a hacer multitudinarias manifestaciones de agradecimiento ante la misma, las cuales fueron interpretada por las autoridades eclesiásticas de ese entonces como práctica paganas que estaban en contra de la fe cristiana, al punto que decretaron la demolición del muro contentivo de la imagen o en su defecto, borrar la imagen; acciones estas que fueron imposible de cumplir porque, según se dice, quienes lo intentaban siempre presentaban malestares físicos o percibían hechos extraños que les impedían cumplir la misión encomendada.
A esto se unía las constantes protestas de la gente que pedían al Virrey que derogara el dictamen de los jerarcas de la Iglesia Católica. El Virrey finalmente cedió y permitió la libre veneración de la imagen, celebrándose ante ella la primera misa, el 14 de septiembre de 1671.
Reconocimiento por parte del Vaticano
En el año 2005, precisamente el 15 de octubre, la Santa Sede, designó al Cristo de los Milagros como Patrón de los Peruanos, haciendo la salvedad que lo era tanto para los residentes en el país como para aquellos que estaban en otras tierras. Esta aclaratoria posiblemente obedece a que son esos peruanos que han salido del país, quienes han tenido la visión de propagar la fe en la imagen referida, logrando la mayor receptividad en las comunidades donde lo han hecho.
El reconocimiento por parte del Vaticano tuvo la aceptación unánime de todos los integrantes y lógicamente, con el visto bueno de la Iglesia peruana.
Oraciones al Señor de Los Milagros
Son numerosas las Oraciones de súplica, de pedimentos o de homenaje escritas al Señor de los Milagros. Aquí se presenta algunas:
Oración en Homenaje al Señor de los Milagros
Creemos en Ti, Hijo de Dios, Hermano y Salvador nuestro. Confiamos en tu bondad y poder. Queremos amarte siempre cumpliendo tus mandamientos y sirviéndote en nuestros hermanos. Te damos gracias porque nos amas, nos atraes con tu imagen, nos acoges en tus brazos, nos guías con tu palabra y nos brindas tu perdón.
Señor de los Milagros,Te consagramos nuestras familias: consérvalas en la armonía; nuestras casas: ilumínalas con tu presencia; nuestras alegrías: santifícalas con tu amor; nuestras preocupaciones: acógelas en tu bondad; nuestras dolencias: remédialas con tu misericordia; nuestro trabajo: fecúndalo con tu bendición.
Señor de los Milagros,Te imploramos la firmeza en la fe, la fidelidad a tu Iglesia, el don de la paz y la gloria eterna. Madre del Perpetuo Socorro, recibe esta plegaria y preséntala a tu divino Hijo. Amén
Oración de Súplica al Señor de los Milagros
Señor de los Milagros, Hijo del Padre, fuente de luz y de fe, que vienes a sacudir nuestra dormida esperanza, que nos envías a Tu Madre para enamorar nuestros fríos corazones, que luchas con amor para conquistar los espíritus inquietos por las angustias del mundo.
Óyenos Señor de los Milagros, escucha a tus hermanos aquí, juntos queremos seguirte, donde Tú quieras que nuestros pasos se dirijan. Nuestros corazones quieren pertenecerte, por siempre. Nuestras almas sedientas de Tu luz solo quieren verte sonreír junto a Tu Madre.
Envíanos Tus Ángeles y Tus Santos, consuélanos con su presencia celestial. Danos el consuelo infinito de saber que Tu Misericordia ve con ojos agradables nuestro arrepentimiento por tanto error cometido.
No permitas que bajemos nuestras defensas contra el maligno y sus tentaciones. Haznos fuertes, Señor, haznos fuertes en la entrega a Vos, nuestro Dios.
Haznos pequeños y dóciles para que dejemos actuar a Tu Santo Espíritu en nosotros, para que Tú te hagas cargo de nuestra vida.
Haznos confiados corderos de Tu rebaño, Señor, danos el abrazo de Tu Voluntad, Señor. Que seas Tu quien nos guíe, que sea tu Madre quien nos proteja.
No te alejes de nosotros, Señor, perdona nuestros errores y pecados, y nuestra falta de fe. Amén