De acuerdo con la historia de Santa Ana, se tiene registros de que en Nazaret vivían Joaquín y Ana, una pareja que no tenían hijos y cuando Joaquín se presentó para ofrecer sacrificio en el Templo, fue rechazado, porque no era dignos de ser admitidos ya que no tenía descendencia.
En su desesperación, Joaquín se va de su casa y se refugia en la montaña y se presenta a Dios en soledad para ocultar su desgracia. En este sentido también Ana, conociendo las razones de su esposo pidió a Dios le retirase la maldición la esterilidad y prometiéndole dedicar su descendencia a su servicio.
Sobre las bases de estas suplicas, sus oraciones fueron escuchadas y a ambos se les apareció un ángel que les dijo que concebirían y darán a luz a un descendiente y el fruto de su vientre será bendecido por todo el mundo. Ana dio a luz una hija a quien llamó Miriam (María). En virtud a esto Santa Ana fue proclamada patrona de las mujeres en el parto, de ahí la devoción por la protección a los hijos que siendo su debilidad por haber sido una mujer que por años no tuvo la dicha de ser madre hasta que dios la bendijo.
Día de celebración de Santa Ana
Se celebraba el día 26 de Julio, como el día de la venerable Santa, comenzó a principios de la historia de la Iglesia Católica, miles de visitantes la veneran y dan fe de los innumerables testimonios donde han sido por la intercesión de la abuela de Jesucristo, quien murió por nuestra salvación y María su hija, fue proclamada Madre nuestra bajo la Cruz. Cada día los testimonios siguen aumentando en número porque la devoción a Santa Ana es muy grande; no sólo viajeros van a visitar su imagen, sino gran cantidad de peregrinos acuden confiados en su poder para implorar a la madre de la Virgen María.
Distintas devoción son atribuidas a Santa Ana
Por ser la Madre de la Virgen María, Santa Ana es la dignidad más grande predestinada para ser Madre de Dios desde toda la eternidad, desde su concepción fue santificada. Las bendiciones de Santa Ana son tan grande por las muchas gracias que Dios le concedió y su nombre significa «gracia». Además, fue preparada con magníficos dones y elevada santidad. Todas las obras de Dios son perfectas y la hizo madre digna de la criatura más pura, superior en santidad e inferior solo a Dios.
En este sentido, Santa Ana tiene mucho poder ante Dios, es privilegiada en mérito y gloria, es poderosa por su intercesión, poder y de misericordia. Es un valioso motivo para escogerla como nuestra intercesora ante Dios. Debemos, recurrir a ella con toda confianza para que nos ayude con nuestras necesidades.
Además, Santa Ana es considerada como la bienaventurada patrona en contra de la pobreza, las personas sin hijos, amas de casa, abuelas, artículos perdidos, mineros, madres, pobreza, mujeres embarazadas, esterilidad, mujeres trabajadoras. En distintas partes del mundo se reconocen milagros realizados a diario por nuestra Santa; gracias obtenidas por una madre a su hijo enfermo, por un trabajador en un accidente, favores otorgados a una familia, a la tripulación de una nave o incluso a una ciudad entera.
Oración a Santa Ana por un favor especial
¡Oh gloriosa Santa Ana que está llena de compasión por quienes te invocan y de amor por los que sufren! Agobiado con el peso de mis problemas, me postro a tus pies y humildemente te ruego que tomes a tu especial cuidado esta intención mía… Por favor, recomiéndala a tu hija, Santa María, y deposítala ante el trono de Jesús, de manera que Él pueda llevarlo a una feliz resolución. Continúa intercediendo por mí hasta que mi petición sea concedida. Pero por encima de todo, obtenme la gracia de que un día pueda ver a Dios cara a cara para que contigo, la Virgen y todos los santos pueda alabarle y bendecirle por toda la eternidad. Amén.
Jesús, María y Santa Ana, ayudadme ahora y en la hora de mi muerte.
Santa Ana ruega por mí.
Oración a Santa Ana, para todos los días (para obtener un favor especial)
Oración a nuestra Madre Inmaculada Santa Ana
Santa Ana, Madre de la Inmaculada, esposa del Espíritu Santo, por los méritos y la santidad de que os llenó el Espíritu Santo, obtened de ese mismo divino Espíritu muchos y muy dignos operarios para la viña del Señor.
Por tanto, pedid para todas las familias cristianas el espíritu de piedad y del santo temor de Dios, y para todos los llamados al servicio del Señor, la verdadera humildad y fidelidad, a fin de que el Espíritu Santo pueda obrar en ellos con la fuerza de su divina gracia, haciéndolos dignos instrumentos en la mano del Eterno y sumo Sacerdote. Amén.
Oración a Santa Ana para aumentar nuestra fe en Dios
Señor, Dios de nuestros padres, tú concediste a Santa Ana la gracia de ser la Madre de Virgen. ¡Con qué adornos de virtud y santidad preparaste a aquella mujer que iba a ser llamada madre por la Madre de tu Hijo!. Realiza también tus maravillas en nuestras almas. Todos tenemos una misión que cumplir en la vida. Ayúdanos a responder a tus santos designios. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oraciones para que me concedas un favor deseado
Buena Santa Ana, fuiste especialmente favorecida por Dios para ser la madre de la Santísima Virgen María, la Madre de nuestro Salvador. Por tu poder con tu hija purísima y con su divino Hijo, obtén para nosotros la gracia y el favor que ahora buscamos. Por favor, asegúranos también el perdón de nuestros pecados pasados, la fuerza para cumplir fielmente nuestros deberes diarios y la ayuda que necesitamos para perseverar en el amor de Jesús y María. Amén.
Oración de protección a la Santa Madre
Gloriosa Santa Ana, pues tu nombre significa gracia y misericordia, que nunca se ha oído decir que uno solo se acogió a tu protección o han implorado tu auxilio y buscado tu intercesión hayan sido desamparados.
Yo, pecador, animado de tal confianza, acudo a ti, santa madre de la Inmaculada Virgen María y encantadora abuela del Salvador. No rechaces mi petición, antes bien escucha y accede a mis ruegos. Amén
Oración por la devoción y veneración a Santa Ana
Oh Dios, que en tu sabiduría y amor infinitos, dispusiste que Santa Ana fuera la madre de Aquélla que iba a ser la Madre de tu Hijo unigénito, concédenos que los que veneramos en la tierra con particular devoción a tan gran Santa, merezcamos gozar ahora de su patrocinio e intercesión, a fin de vivir después en su compañía en la gloria eterna del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.