Dios es omnipresente, es el principio y el fin, es todo. Cuando leemos o escuchamos el Santo Evangelio: en el Antiguo Testamento Dios Padre es el Creadory se comunica con nosotros a través de sus profetas. En el Nuevo Testamento nos envió a su hijo Jesús, quien es Dios y fue hecho hombre y nos enseñó con su palabra y con su ejemplo, además vino a salvarnos de nuestros pecados, a creer en la resurrección y en la vida eterna y Él nos envió al Espíritu Santo para que nos iluminara, nos guiara y nos bendijera.
Es decir, Dios manifestado en las tres divinas personas pero cada persona es distinta y es el mismo Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esta trinidad es el dogma central de la Iglesia y comprenderlo ha sido tema de discusión por siglos, pero a través de la fe y del corazón sabemos que Dios lo es todo a través de las tres divinas personas.
La revelación de la Santísima Trinidad nos la hizo Jesús a través del nuevo Testamento, con sus palabras, enseñanzas y ejemplo, pues él nos mostró la verdad sobre Dios. Nos mostró que siendo El Dios, está el Padre y el Espíritu Santo, es decir, Dios siendo uno hay en El tres Personas iguales.
El dogma de la Trinidad dentro de la Iglesia Católica se detalló y se explicó en dos concilios: el Concilio de Nicea (325 D.C.) donde se expuso la divinidad del Hijo y se escribió parte del Credo y el Concilio de Constantinopla (381 D.C.) donde se determinó la divinidad del Espíritu Santo.
Los católicos creemos en un solo Dios en tres Personas distintas, no creemos en tres dioses. Es un solo Dios revelado en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo que tienen la misma naturaleza, la misma divinidad, la misma eternidad, el mismo poder, la misma perfección. Dios Padre es el principio de todo lo que existe. El Hijo es enviado por su Padre y es nuestro Salvador, el Espíritu Santo es enviado por el Padre y el Hijo y es nuestro santificador.
Este hermoso dogma ha tratado de ser explicado utilizando símbolos para ayudar a nuestra comprensión, es por ello que la Santísima Trinidad es representada simbólicamente como un triángulo donde los vértices son cada una de las divinas personas y sin embargo cada uno es distinto.
Otro símbolo es la Señal de la Cruz y cada vez que nos persignamos recordamos el misterio de la Santísima Trinidad: Padre, hijo y espíritu Santo.
La Iglesia católica celebra el día de la Santísima Trinidad el domingo siguiente después de Pentecostés.
Existen hermosas oraciones que nos conectan con la Santísima Trinidad y nos permiten pedir a través de ellas consuelo, ayuda y gracia,
Oración a la Santísima Trinidad
Te adoro, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas y un sólo Dios. Me postro en el abismo de mi nada ante Tu divina majestad.
Creo firmemente y estoy dispuesto a dar la vida en testimonio de todo lo que nos ha revelado en la Sagrada Escritura y de los misterios que por medio de tu Iglesia nos has manifestado.
En Ti deposito mi confianza; y de tu mano, Dios mío, vida única, esperanza mía, deseo, espero y quiero recibir todos los bienes, espirituales o corporales, que pueda alcanzar en esta vida o en la otra. Desde hoy y para siempre te consagro mi cuerpo y mi alma, todas mis potencias, la memoria, el entendimiento, la voluntad y todos mis sentidos.
Te prometo no consentir jamás, en cuanto esté de mi parte, en que se infiera la más mínima ofensa a tu divina majestad.
Propongo firmemente dedicar toda mi existencia, mis facultades y energías, a tu servicio y gloria.
Estoy dispuesto a sobrellevar ludas las adversidades que tu mano paternal quiera imponerme para dar gusto a tu corazón.
Quisiera esforzarme con todo mi ser, para que todos sirvan, glorifiquen y amen a Dios su Creador.
Me gozo intensamente de tu eterna felicidad, y me siento jubiloso por tu gran gloria en el cielo y en la tierra.
Te doy infinitas gracias por los innumerables beneficios concedidos, a mi y al mundo entero, y por los que continuamente, día tras día, concede tu benigna providencia.
Amo tu infinita bondad por sí misma con todo el afecto de mi corazón y de mi alma: y desearía, si me fuera posible, amarte como te aman los ángeles y los justos, con cuyo amor uno el mío.
A Tu divina majestad, en unión de los méritos de la pasión, vida y muerte de Cristo, de la bienaventurada siempre Virgen y de todos los santos, ofrezco desde ahora para siempre todas mis obras, purificadas por la preciosísima sangre de nuestro Redentor Jesús.
Quiero participar, en lo posible, de las indulgencias obtenidas por medio de las oraciones y obras, y deseo aplicarlas como sufragio por las almas del purgatorio.
Quiero también ofrecer, en la medida de mis fuerzas satisfacción y penitencia por todos mis pecados.
Dios mío, siendo tú infinitamente digno de todo amor y servicio, por ser quien eres: me arrepiento de todo corazón de mis pecados, y los detesto más que todos los males, puesto que tanto te desagradan a ti. Dios mío, a quien amo sobre todas las cosas: te pido humildemente perdón, y hago firme propósito de nunca ofender a tu divina bondad. Amen.
Hay un gran compendio de oraciones cortas para elevar a la Santísima Trinidad en momentos difíciles, o para pedir por causas perdidas, para librarnos del mal. Es muy importante que cada vez que oremos lo hagamos con profunda fe y humildad para que nuestras peticiones sean escuchadas.
Oraciones cortas a la Santísima Trinidad
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo; de esas personas nos referimos cuándo invocamos a la Santísima Trinidad en cada una de nuestras oraciones. Se trata del máximo poder y protección que se puede brindar.
Es por eso que en este artículo queremos brindarte las mejores oraciones para que tengas la mayor protección que Dios te pueda brindar, y así, puedas caminar tranquilamente sabiendo que estás llena de paz y amor.
Como lo dijimos anteriormente, la Santísima Trinidad es Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo; tres personas diferentes englobadas en un Dios verdadero. Dios padre no engendrado, Dios hijo engendrado, y Dios Espíritu Santo como fuerza protectora.
Oración a la Santísima Trinidad para salvarme del mal
Para protegerte de cualquier mal deseo o energía negativa que quieran enviar en tu dirección, esta oración es especial. Órala siempre que tengas la oportunidad y nunca dudes de la grandiosa voluntad de la Santísima Trinidad.
Oh mi Querido Dios,
En esta ocasión me postro ante ti para agradecerte por todas la bendiciones que me has brindado.
Te pido para que todo se mantenga así en esta armonía eterna.
Líbranos de la mala intención ajena,
No nos dejes estar en un mal minuto, un mal segundo, un mal instante.
Líbranos de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado,
Y guárdanos siempre junto a ti,
Amén.
Oración a la Santísima Trinidad para casos difíciles
Hay momentos de la vida donde necesitamos unirnos en oración a Dios para que nos proteja y nos ayude en momentos difíciles y nos permita ver y entender cómo salir y solucionar lo que estamos viviendo de la mano de la Santísima Trinidad.
Mi Santísima Trinidad,
Hoy te damos gracias por todas las bendiciones que nos has concedido,
Y te rogamos que así siga siendo.
Tú que nos has acompañado siempre, sobre todo en los malos momentos.
Hoy te pedimos nos guíes y nos apoyes,
Y nos llenes de toda fuerza,
Para que así logremos superar todos los obstáculos que se nos presenten,
Amén.
Oración a la Santísima Trinidad para tu protección y la de tus seres queridos
Oh Santísima Trinidad,
En esta ocasión me postro a ti para ofrecerte todo lo que soy,
En camino de todo tu amor y protección.
La mía, y la de mi familia.
Cuídanos y protégenos y haznos uno junto a ti.
Y de esta manera, todo lo que haremos será por ti y para ti.
Y no nos separes nunca de tu lado,
Amén.
Cada una de estas oraciones debe realizarse con fervor todos los días y pedir a través de ellas por tu familia, por todos tus seres queridos y por ti. Siempre con mucha fe