Este Santo tiene una altísima importancia para la Iglesia católica Universal por ser el Pontífice que logró vencer todas las injusticias, corrupciones y depravaciones que se habían venido instalando en su seno por medio de los más altos personeros de dicha institución.
Datos biográficos de San Gregorio VII
Fue originario de la provincia de Toscana en Italia. Sus padres eran personas de escasos recursos económicos pero de gran acercamiento a Dios y ricos en humildad. El año de nacimiento lo ubican sus biógrafos entre los años 1020 y 1025. Fue bautizado con el nombre de Hildebrando que significa “espada del batallador”, haciendo honor a su nombre fue siempre un luchador por la justicia y por vivir fiel al Evangelio.
En su juventud tuvo la oportunidad de ser ayudado por su tío, Superior de un convento en Roma, quien lo llevó a esta ciudad haciéndose responsable de pagarle sus estudios durante los cuales demostró una inusual inteligencia, concluyendo los mismos de manera exitosa.
Dedicó su vida al sacerdocio, llegando a ocupar importantes funciones en el Vaticano como asistente de varios pontífices, hasta llegar a ser nominado Papa, cuando adoptó el nombre de Gregorio VII.
El 25 de mayo de 1085 falleció en el Castillo de Salerno, en plena época de confrontación del emperador Enrique IV de Alemania con la Iglesia Católica.
Su desempeño como asistente pontificio
El anhelo de Hildebrando era dedicarse a la sencilla vida religiosa y ejercer sus actividades evangelizadoras desde un sencillo monasterio, lo que le permitiría el sencillo y continuo contacto con los feligreses. Sin embargo, uno de sus antecesores en el gobierno eclesiástico fue el Papa Gregorio VI quien había sido profesor de Hildebrando y al asumir su pontificado escogió a su exalumno como su secretario.
Al suceder el fallecimiento del Papa Gregorio VI, Hildebrando vio renacer su antiguo objetivo e ingresó como monje al Monasterio de Cluny ubicado en la zona de Borgoña en Francia. Donde pensaba que podría ejercer sus funciones cristianas y evangelizadoras por el resto de su vida.
Sin embargo, Dios tenía para él otros designios. El nuevo Pontífice, León XI, lo requirió en Roma para que desempeñara el cargo de tesorero personal y ecónomo del Vaticano.
A partir de ese momento la vida de este sacerdote estuvo ligada al Vaticano convirtiéndose en consejero y colaborador de sucesivos Pontífices, lo cual le permitió conocer desde muy cerca y comprobar la existencia de importantes irregularidades en el seno de la Iglesia católica, que iban desde fallas en el cumplimiento de las enseñanzas bíblicas hasta hechos de corrupción e inmoralidad.
Situaciones a las que hubo de enfrentarse
La nominación de obispos, párrocos y priores de monasterios y órdenes religiosas dejó de ser una tarea de las autoridades eclesiásticas y pasó a manos de las autoridades civiles, estos nombraban para esos cargos a miembros de la Iglesia que se sometían a sus maliciosas acciones y se prestaban a obedecerles totalmente; llegando a ocupar dichos puestos aquellos integrantes del clero que tenían el comportamiento más inmoral y deshonesto posible.
Muchos sacerdotes obviaban la exigencia del celibato al punto de llevar públicamente convivencia conyugal y hasta contraer matrimonio.
Su papel reformador de la Iglesia
Una vez designado Papa en el año 1073, adoptando el nombre de Gregorio VII en honor a su mentor Gregorio VI, de manera firme tomó la decisión de sanear la institución y poner fin a la perversión allí existente.
Su primera acción fue destituir al arzobispo de Milán, quien había llegado a ese cargo pagando una elevada cantidad de dinero. Esta determinación creó gran desasosiego en la jerarquía eclesiástica, lo cual ocasionó que Gregorio VII convocara a una asamblea de obispos y sacerdotes decretando durante el mismo el cese del derecho a que los gobernantes civiles intervinieran en el nombramiento de cargos propios de la Iglesia; se confirmó que solo el Papa podía nominar a los obispos y estos a los párrocos y por último se aprobó que quien desobedeciera estas resoluciones sería apartado y excomulgado de la Iglesia católica.
Controversia con el emperador Enrique IV
A consecuencia de las acciones aprobadas en el Sínodo de Roma se produjo una fuerte reacción tanto de los gobernantes como de aquellos que habían sido nombrados por esos funcionarios.
Uno de los más enérgicos opositores fue el emperador de Alemania Enrique IV, quien gozaba de grandes beneficios tras la adjudicación de cargos eclesiásticos. La situación de rebeldía del emperador hizo que fuese excomulgado y el Vaticano instó a la población alemana a que entrase en desobediencia ante el emperador. Este ante la posibilidad de perder su poder, de manera aparentemente humilde, solicitó entrevistarse con el Papa.
Gregorio VII no creyendo en la sinceridad del gobernante, se negaba a recibirlo, pero por insistencia de sus asesores lo absolvió. Ya espiritualmente indultado, el emperador volvió a Alemania, donde organizó su ejército y regresó a Roma tomando la ciudad. Estando los ataques bélicos a favor de Alemania, Gregorio VII se vio en la necesidad de replegarse refugiándose en la misma Italia, primero en el Castillo de Santangelo y luego en el de Salermo, donde falleció en el año 1085.
Herencia espiritual de Gregorio VII
- Este Santo tomó para sí la responsabilidad de reformar la Iglesia católica para retornarla a ser fiel a las enseñanzas del Evangelio.
- Dejó como legado expresiones reveladas en sus últimos días al decir que había amado la justicia y detestado la maldad y la injusticia.
- Es recordado porque consiguió liberar a la Iglesia de la esclavitud ejercida por gobernantes indignos y personas deshonestas.
Oración a San Gregorio VII
Te pedimos glorioso San Gregorio VII
que intercedas ante el Altísimo
para que nuestra Iglesia
siempre se rija y conduzca
de acuerdo a las enseñanzas de la Palabra divina.
Que ayudes a conferirle,
a nuestros sacerdotes y obispos,
la pureza necesaria
para ejercer sanamente
su papel de pastores espirituales,
otorgándoles la bendición
de conducirse santamente.
Que así sea.