Oración para pedirle milagros a San Lorenzo

San Lorenzo es conocido como Lorenzo de Roma a pesar de haber nacido en Huesca, España, hecho ocurrido durante el siglo III, aparentemente en el año 225. Según algunos cronistas su nacimiento pudo haber ocurrido en Valencia donde aparentemente llegaron a fijar su residencia por breve tiempo. Pasó gran parte de su vida en Roma llegando a ocupar el importante cargo en la jerarquía eclesiástica de la época como fue el ser uno de los siete diáconos regionales de Roma, que eran las siete personas en quien el Pontífice depositaba toda su confianza en relación al manejo de los asuntos de la Iglesia.

Lorenzo es considerado santo y mártir dada su manera de vivir en beneficio del prójimo, por medio de la piedad y la humanidad, sin buscar provechos materiales para él y que murió de forma despiadada al ser quemado vivo en una hoguera.

El conocimiento que se tiene de San Lorenzo alterna entre los hechos históricamente comprobables y las anécdotas conocidas por tradición verbal, lo cual le confiere cierto carácter fabuloso a su vida.

Se narra que la familia de Lorenzo de Roma disponía de suficientes medios económicos, lo que les permitió enviar a su hijo a estudiar en la ciudad de Zaragoza donde se despertó su vocación sacerdotal. Después de cierto tiempo se trasladó a Roma donde continuó su vida dentro del sacerdocio.

Rasgos de San Lorenzo

Fue una persona  que se destacó por practicar la clemencia y la humanidad, ayudando primordialmente a los huérfanos, a las viudas y a los pobres en general. Estos rasgos condujeron al pontífice Sixto II que le otorgara el cargo de archidiácono de Roma, convirtiéndolo en encargado de todas las acciones benefactoras que habrían de realizarse en la diócesis romana, de modo que debía él disponer la forma más adecuada de utilizar los bienes de la iglesia en beneficio y ayuda de los necesitados, así como de diligenciar la consecución de nuevos recursos necesarios para tal fin.

Guardián del erario eclesiástico

El pontífice Sixto en el año 257 le confirió la ordenación como diácono y le fue encomendada la responsabilidad de cuidar de los pobres y la administración de los patrimonios de la iglesia. Para cumplir esta última función desarrollo un alto dominio en el manejo de archivos, siendo considerado como uno de los primeros tesoreros y archivistas del ámbito eclesiástico. De allí que se le considere patrón de los bibliotecarios y patrón de los diáconos.

San Lorenzo y el Santo Grial

Se afirma que cuando se desató la persecución de la iglesia por parte del emperador Valeriano, Lorenzo en su afán por preservar y salvar algunos bienes que tenía bajo su protección, los envió a  sus familiares residenciados en Huesca, España, para que los ocultaran y en esa condición permanecieron  durante mucho tiempo. Entre estos bienes es posible que estuviera el  Santo Grial, copa o cáliz utilizada por Jesucristo en la última cena.

Conducta irreverente de San Lorenzo

Valeriano, emperador para ese entonces, decretó la persecución de los cristianos vetando la realización de toda actividad cristiana católica, llegando a situaciones extremas como fue el asesinato del papa Sixto II.

Amparado en tal edicto y ante el caos social imperante, el alcalde de Roma, cumpliendo órdenes del emperador Valeriano, insta a Lorenzo a que debe hacer entrega  de los bienes de la iglesia. Ante esto el diácono Lorenzo solicita que se le otorgue un tiempo de tres días para poder reunir dichos bienes.

Dicho tiempo lo utiliza en convocar y reunir a todas las personas carentes de medios de fortuna y en quienes había gastado gran parte de los activos de la iglesia que estaban bajo su responsabilidad, a la vez que enterró en las afueras de Roma las piezas costosas que tenía bajo su custodia. Al concluir los tres días presentó al alcalde una multitud de lisiados, mendigos y gente empobrecida, expresándole que ellos constituían los bienes de la iglesia; el alcalde interpretó tal acción como una burla y le sentenció a muerte  diciéndole que moriría en medio de dolores insufribles, amenaza que se materializó colocándole sobre una parrilla encendida.

Destino terrenal

El emperador Valeriano decretó un edicto a través del cual declaraba la muerte para todos los representantes importantes de la iglesia católica entre los que llegaba a incluir a los diáconos, los clérigos y los obispos, y con mayor razón a arzobispos y al pontífice mismo y de igual manera a todo el que se manifestara seguidor del cristianismo.

A consecuencia de tal edicto el papa Sixto II fue detenido y junto a él cierta cantidad de sacerdotes y diáconos éntrelos cuales estaba Lorenzo. Fue en esa ocasión cuando, las autoridades conociendo la influencia y dominio de Lorenzo en relación a los tesoros de la iglesia,  le ofrecieron canjearle la vida por la entrega de los bienes materiales que el administraba y Lorenzo les presentó como patrimonio eclesiástico a un grupo de pobres y menesterosos.

Un martirio presagiado

Narran las leyendas que Lorenzo el día 6 de agosto del año 258 d.C., estaba presente durante la última misa celebrada por el pontífice Sixto II, hecho ocurrido en un camposanto de la ciudad de Roma y durante la cual este papa fue asesinado por parte de la policía imperial.

Se dice que momentos antes que se iniciara la misa, el pontífice le habló a Lorenzo manifestándole que a él mismo como anciano se le había asignado un transitar terrenal corto y fácil; mientras que a Lorenzo por su juventud  le correspondía una victoria más prestigiosa y difícil y que en un corto tiempo le seguiría sus pasos.

El 10 de agosto, cuatro días después, ocurrió el martirio y la muerte de San Lorenzo.

Martirio de San Lorenzo

A través del tiempo se narra que el Alcalde de Roma estaba convencido que recibiría cantidad de objetos hechos con preciosos metales como se lo había exigido a Lorenzo, pero al cerciorarse que éste le presentaba como “tesoros” de la iglesia a personas desposeídas físicamente, se enardeció y le expresó que inmediatamente ordenaría su muerte, la cual no se produciría de manera rápida sino de la forma más lenta posible para que le produjera el más intenso sufrimiento y de ese modo lo complacería en el deseo de Lorenzo de ser martirizado.

Fue así como prepararon una rejilla metálica sobre fuego ardiente y sobre ella colocaron el cuerpo con vida de Lorenzo; a medida que iba quemándose el cuerpo, se dice que oraba por la cristianización de  Roma y por la propagación universal de la fe católica. Se ha comentado que en esos últimos momentos la cara de Lorenzo expelía un radiante brillo y se percibía un grato olor en el ambiente.

El cruel martirio al que fue sometido Lorenzo le ha conferido ante el pueblo cristiano un reconocimiento de admiración y de brillantez espiritual difícil de alcanzar por cualquier otro humano.

Restos corporales de San Lorenzo y reconocimientos tangibles

El cuerpo calcinado de Lorenzo fue sepultado en el camposanto de Campo Verano en Roma, al cual posteriormente se le dio el nombre de cementerio de San Lorenzo. Tiempo después en ese lugar fue reconstruida la iglesia que hoy se le conoce como Basílica de San Lorenzo.

En el sitio donde fue consumado su martirio se erigió un templo conocido como la iglesia de San Lorenzo de Panisperna y en Roma hay al menos nueve templos consagrados en honra a San Lorenzo. En otras provincias italianas hay diversas catedrales consagradas en su honor.

Conmemoración e iconografía de San Lorenzo

La celebración de San Lorenzo es el 10 de agosto y se considera que está entre los mártires que reciben mayor veneración por parte de los fieles católicos.

La representación más generalizada es la de un hombre joven vestido con un hábito blanco sobre el cual lleva el manto o túnica característico de los diáconos de entonces y que en algunas versiones lleva dibujadas imágenes de llamaradas incandescentes; como era propio de los diáconos lleva una cruz y un libro representativo de los evangelios; además, está presente una palma en remembranza del martirio. En ocasiones se agrega a esta iconografía imágenes de monedas de oro contenidas en una copa o en una bolsa en simbolizando los tesoros de la iglesia que él custodiaba. A lo anterior se añade una rejilla o parrilla en recordatorio del medio utilizado para martirizarlo.

Patronazgo

El reconocimiento a San Lorenzo se ha extendido globalmente estando muy arraigado además de Italia, en España y Alemania países donde se relaciona  su intercesión para la victoria en grandes contiendas bélicas, de allí que se le implora en situaciones de conflictos políticos. La ciudad de Roma tiene a San Pedro y a San Pablo como sus patrones principales y a San Lorenzo se le tiene como su tercer patrón.

El haber sido un reconocido diácono administrador y custodio de los libros de la iglesia, así como de los tesoros eclesiásticos y que con estos últimos daba mucha ayuda a los necesitados, es tenido como patrón de los diáconos, de los  bibliotecarios y de los pobres.

Su terrible muerte en una hoguera hace que se le exhorte en situaciones peligrosas causadas por el fuego y esto ha derivado a que se le atribuya como patrón y benefactor de actividades relacionadas con daños ocasionados por exceso de calor como son los panaderos, los bomberos, los cocineros en general y los vidrieros.

Oración a San Lorenzo

Glorioso y bienaventurado San Lorenzo,

danos la fuerza necesaria para vencer

tantas dificultades que se nos presentan

en este transitar terrenal.

Tú venciste el terrible dolor humano

al que fuiste sometido durante tu martirio,

pues te mostraste valiente ante el mismo

soportando con entereza el sufrimiento,

lo cual lograste manifestando

que era incomparable al tormento de Jesús

en su pasión y muerte.

Humildemente te suplico que intercedas ante Dios

para que me conceda la gracia

de soportar el sufrimiento (hacer referencia al mismo)

que hoy me atormenta.

Bendito San Lorenzo, espero con fe

que por tu intercesión

pueda yo conseguir esta gracia. Amén.

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