Oración para pedir a Santa Bernardita Soubirous

Esta Santa apenas vivió treinta y cinco años y llevó una vida llena de dificultades y penurias. La región de Lourdes en Francia, vió nacer en 1844 a la pequeña María Bernarda como fue bautizada, aunque familiarmente se le llamaba Bernardita. Formó parte de una numerosa familia, siendo ella la mayor de todos los hermanos.

Oración para pedir a Santa Bernardita Soubirous 1

Infancia de Santa Bernardita

Sus padres eran de muy escasos recursos, tanto económicos como intelectuales, residían en un depósito subterráneo de precarias condiciones, donde había exceso de humedad y carencia de luminosidad y ventilación, pero era el único sitio donde vivir que les permitía el escaso salario que percibía el jefe de familia  que se desempeñaba como encargado de descartar la basura del hospital de la localidad.

Las anteriores condiciones produjeron en la prole familiar múltiples enfermedades y manifestaciones de desnutrición, a lo cual no escapó la pequeña Bernardita quien creció mostrando un débil aspecto físico y un estado de salud muy delicado. En sus primeros años de vida contrajo cólera, lo cual profundizó sus condiciones de deterioro corporal y a la edad de diez años empezó a sufrir crisis asmáticas con la consecuente dificultad respiratoria que debía soportar por variados períodos de tiempo.

En medio de todas estas dificultades, su madre fue inculcando en sus hijos el respeto a Dios y la confianza en la Virgen. Así llegó Bernardita a los catorce años de edad, desconociendo la dicha de saber escribir  y saber leer, pero lo que más le causaba tristeza  era no haber recibido su Primera Comunión porque no había podido tener acceso a las enseñanzas del catecismo. Ante estos inconvenientes  se aferraba con más fuerza a su comunicación espiritual con la Virgen, pidiéndole que la protegiera de caer en situaciones incorrectas que pudieran ir en contra de su fe cristiana.

Revelaciones de la Virgen a Bernardita

Según narran sus biógrafos, se cuenta que al alcanzar los quince años, durante un corto período de 5 meses, la joven experimentó la dicha  de que la Virgen se le hiciera visible en 18  ocasiones. Ante esas apariciones la Virgen la fortalecía espiritualmente, le daba consejos, le ponía pruebas y, según Bernardita, llegó a confiarle tres secretos  que nunca llegó a revelar expresamente. Lo que siempre refería es que la Virgen le hizo saber que ella nunca sería feliz durante su vida terrenal, pero que conseguiría la plena felicidad en su vida eterna.

Estos encuentros de Bernardita con la Virgen llegaron a ser del dominio público y la gente reaccionó haciéndose consiente  de las condiciones de precariedad de Bernardita y de su familia y trataron de aportarles dinero, acción que fue respetuosamente rechazada por la joven. Esto ha sido interpretado como el resultado de que uno de los posibles secretos confiados por la Virgen haya sido la promesa de una especie de voto de pobreza y de mantenerse distante  de cualquier reconocimiento por parte de la humanidad. Por eso, probablemente se mantuvo siempre en medio de la pobreza y alejada de toda ostentación.

Vida en una congregación religiosa

Al estar cerca de cumplir 20 años de edad intenta ingresar al convento  de las Hijas de la Caridad de Nevers en la región de Borgoña, Francia, pero sus endebles condiciones de salud retardaron su admisión; sin embargo, después de un prolongado tiempo logró su objetivo.

Durante su vida religiosa se acentuaron sus crisis asmáticas y empezó a padecer fuertes e insoportables dolores corporales de causa desconocida para aquellos tiempos. Cuando estos dolores se hacían intolerables, expresaba que no pedía a Dios que le otorgara salud, sino que le diera resistencia y entereza para sobrellevar la enfermedad.

En la congregación cumplió labores de enfermera y de ayudante en los servicios religiosos, los cuales realizaba con esmero, entrega y alegría; no obstante, fue objeto de incomprensión por parte de algunas de sus compañeras religiosas, quienes por posible envidia no quisieron volver a escuchar sus vivencias espirituales con la Santísima Virgen.

Deterioro de sus condiciones de salud y limitaciones vividas

Vivió 15 años como religiosa, dedicando los primeros años al trabajo propio de la comunidad y a la oración. En los últimos años se hicieron más fuertes sus afecciones respiratorias hasta que contrajo tuberculosis, agravando aún más su ya afectada salud.

Su gran anhelo era volver a visitar Lourdes lo cual nunca pudo hacer. Esto lo recompensaba con el gran regocijo espiritual que sentía al rememorar las apariciones que le había concedido la Santísima Virgen y que por mandato de sus superioras le estaba prohibido referirse a esos hechos o hacer alusión de las experiencias vividas; a pesar que al momento de ingresar a la comunidad, las religiosas la instaron a que les narrara los detalles de sus visiones marianas, a lo cual ella accedió si ningún signo de vanidad o superioridad.

Últimos momentos de la vida de Santa Bernardita

Teniendo 35 años de vida, el 16 de abril de 1879, finalizó Bernardita su transitar por esta tierra. En esos momentos expresó a viva voz que ella había visto a la Virgen y que era muy hermosa. Luego permaneció callada y finalmente, pidió a la Virgen que rogara por ella y serenamente murió.

Canonización y festividad

El 8 de diciembre de 1933, el Pontífice Pio XI la proclamó Santa, escogiendo como fecha para venerarla el 16 de abril fecha de su muerte y a partir de allí es conocida como la vidente de la Virgen de Lourdes.

Oración de Santa Bernardita de Soubirous ante las dificultades

Tú, que tuviste la bienaventuranza

de ver a la Santísima Virgen

durante tu permanencia en este mundo

y que hoy disfrutas de su compañía celestial,

intercede ante Ella

para que nos conceda la gracia

de sobrellevar con entereza

todas las dificultades materiales y espirituales

que se nos presentan.

Tú, que tuviste la bienaventuranza

de ver a la Santísima Virgen

y que te trasmitió la entereza

para soportar sufrimientos, calamidades,

pobreza, hambre y enfermedades,

ayúdanos a resistir las dificultades temporales,

ofreciéndolas a Dios nuestro Señor.

Tú, que supiste entender el mensaje mariano

sobre la promesa de tu felicidad eterna,

permítenos saber sobrellevar nuestras enfermedades

y así ganarnos la dicha

de la eterna salud espiritual.

Santa Bernardita, ruega por nosotros

Ante Dios nuestro Señor. Amén.

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