Puede pensarse que pedirle ayuda a Dios o al Ser Supremo para que nos favorezca en asuntos económicos es algo contradictorio y hasta innecesario, porque Dios está para ayudarnos espiritualmente. Esta es una idea preconcebida y hasta errada, porque Dios nos ayuda siempre en todos los aspectos de nuestra vida, bien sea materiales o no.
Cuando se emprende un negocio siempre se hace con gran optimismo, esperando que todas las operaciones y asuntos se desarrollen de la mejor manera para que el mismo sea exitoso; es decir, que tenga prosperidad, que sea atractivo para atraer clientela, que a su vez aumentará el ritmo de ventas, lográndose un balance positivo en las ganancias una vez realizadas inversiones y egresos lógicos y adecuados.
Bien sea un empresario con grandes posibilidades económicas o un emprendedor con un capital limitado, siempre las expectativas son el éxito y para ello se necesita la ayuda y la colaboración de todos quienes van a intervenir en el negocio, directa e indirectamente, como serían los socios o accionistas y los familiares cercanos.
Indudablemente, hay un Ser Supremo que solo quiere lo mejor para nosotros y que de acuerdo a nuestro libre albedrío, podemos permitirle intervenir en nuestros proyectos, para que con su omnipotencia nos permita llevar a cabo lo propuesto.
Intervinientes en un negocio exitoso
Es indispensable que la razón de ser del mismo sea interesantes desde el punto de vista del mercadeo y que los productos ofrecidos sean atractivos pero a la vez muestren ciertas condiciones de ser imprescindibles para algún sector de la población, lo cual garantizará tener una cartera de clientes garantizada.
Con una clientela apropiada puede asegurarse que el ritmo de ventas será óptimo y que a su vez aumentará, porque los mismos clientes al recibir una buena atención servirán como propaganda o elementos multiplicadores para captar nuevos clientes.
Con los elementos anteriores, mercadeo positivo y clientela adecuada para tener buenas ventas, se obtiene la seguridad de la prosperidad del negocio.
No se debe obviar el elemento suerte, que algunos descartan y que sin embargo, está determinada por un conjunto de circunstancias que se unen o se rechazan para que un hecho se produzca (buena suerte) o no (mala suerte).
Cómo orar para obtener el éxito en un negocio
Se tiende a creer, con toda razón, que la intervención de un Ser Superior ayuda en el éxito de cualquier actividad humana que se emprenda y que al encomendarnos a Él agradeciéndole por estar a nuestro lado, el éxito con toda seguridad será parte del proyecto a desarrollar.
Es frecuente que al empezar un negocio se presenten dificultades impensables que en ocasiones hacen al emprendedor querer desistir de su propuesta y es en ese momento, cuando se hace necesario acercarnos a Dios, pidiéndole su orientación y ayuda.
Lo primero que se debe hacer es solicitarle a Dios es que nos ilumine y nos guie para tener claro las ideas y después que el negocio esté iniciado, de manera continua debe ser encomendado a Dios, de ser posible diariamente, para que sus bendiciones permitan el mejor desenvolvimiento de lo emprendido.
Tipos de Oraciones
Se conoce una variedad de Oraciones para que un determinado negocio tenga suerte y prosperidad, que tenga el mayor aflujo de clientes y las ventas aumenten cada día.
Siendo el Padre Celestial un Ser Todopoderoso es a Él a quien se debe dirigir el ruego; sin embargo, se acostumbra invocar a diversas personas elevadas a la condición de Santos para que sirvan de intermediarios ante Dios. Entre estos Santos quienes reciben más ruegos en este sentido, son San José, San Judas Tadeo, San Expedito, San Mateo, San Pancracio y San Simón, ya que hay testimonios que las peticiones que se hacen a través de ellos siempre son concedidas.
Ejemplos de estas Oraciones son las siguientes:
Directamente a Dios
”Padre Santo, venimos ante ti en ese día con un corazón contrito y humillado, reconociendo que te necesitamos. Tú conoces nuestras luchas, tú conoces los obstáculos que podemos enfrentar al iniciar nuestro negocio. Tú más que nadie nos conoce aún mejor que nosotros mismos. Ponemos en tus manos nuestras finanzas, el fruto de nuestro trabajo, las bendiciones que tú nos has dado. No permitas Señor que el devorador se coma lo que tú nos has dado. Muéstranos con tu Santo Espíritu, cualquier error que estemos cometiendo, o cualquier influencia de maldad externa que pueda obstruir tu bendición. Haz que este negocio prospere y no decaiga en sus ventas y beneficios. Amén.”
Oración a San Mateo
“Glorioso San Mateo,
miembro de la santa familia de los Apóstoles,
que con la ayuda de la Misericordia del Altísimo
lograste ganar paz en la tierra y gloria el cielo;
tú que siendo recaudador de impuestos
no dudaste en abandonar todo
y seguiste al Maestro hasta el final de tu vida terrena.
Te pido de corazón intercedas por mí y ruegues a Dios
que todo lo puede, me ayude en mi negocio…….
(nombrar el negocio que ya se tiene o que se va a emprender),
yo pongo toda mi fe en ti,
deposito mis esperanzas e ilusiones
y confío en la misericordia del Señor,
para que fructifiquen pronto las inversiones que he realizado.
San Mateo, glorioso Evangelista,
en tus manos dejo la buena marcha de mi negocio,
devuélveme la alegría de verlo prosperar,
yo me esforzaré en todo lo que de mi dependa,
y pondré todo mi esfuerzo y entusiasmo
para que funcione perfectamente,
ofreceré muy buena calidad en mis productos,
seré animoso, atento, paciente y cortes
con los que vengan a comprar
para que se vayan satisfechos y regresen pronto.
Te lo pido por Jesucristo, nuestro hermano y Señor. Amén”.
Seguridad de obtener buenos resultados con las Oraciones
Al dirigirnos a un Ser Supremo implorando por una necesidad o para que nos conceda beneficios por un negocio, lo más importante es la sinceridad con la que se hace el pedimento, que debe hacerse con la mayor humildad y con la esperanza que su Misericordia llegué a nosotros.
De allí que lo importante no son las palabras que dice determinada Oración sino la forma y la concentración como se hace, ya que Dios mira lo que está en nuestro pensamiento y en nuestro corazón, obviando el estilo de las palabras. Lo más aconsejable es pedir lo que se necesita haciendo mención de ello usando frases simples.
Es de la mayor significancia tener presente el denominado temor a Dios, que en otras palabras es el cumplimiento de los mandatos que Él nos ha dado a conocer por medio de Profetas, Pastores o Elegidos. Teniendo presente y cumpliendo estos mandatos se puede lograr el éxito y bondades en un negocio; mientras que haciendo cosas no permitidas se anularán todas las bendiciones y por ende, los negocios no prosperarán.
Realidades al emprender un negocio y garantizar su estabilidad
Iniciar un negocio s una labor complicada, donde además de dinero se necesita tiempo y colaboración de aquellos que nos rodean, aun cuando estos no participen en el negocio.
Se puede pensar que pedirle ayuda a Dios en cuestiones terrenales, y más aún en asuntos económicos es contraproducente. No obstante, todo nuestro entorno y todas las actividades lícitas han sido creados por Él para nuestro bienestar, por eso la oración por l bienestar de un negocio es necesaria y beneficiosa; al hacerla todo comienza a salir mejor.
Finalmente se debe mencionar que existen rituales que se hacen para atraer clientes, aumentar las ventas y aumentar la prosperidad de un negocio. Esto implica una serie de cultos o prácticas que desafían las bondades y bendiciones de Dios. Respetando las distintas creencias, consideramos que practicar estos rituales neutralizan la efectividad de las Oraciones, ya que muchas veces utilizan recursos y procedimientos que son contrarias a las enseñanzas de un Ser Supremo.