Oración milagrosa a San Peregrino

El nombre real de San Peregrino Laziosi es Pellegrino Laziosi y también es conocido como Pellegrino de Forli, debido a que su lugar de nacimiento fue la población de Forli en Italia, hecho acaecido en los años 1265 o 1266.

Sus padres fueron Flora degli Aspini y Berengario Laziosi quienes formaban una pareja económicamente pudiente y procrearon un hijo único como lo fue Pellegrino, quien recibió una adecuada y correcta educación.

Rebeldía juvenil

No obstante la excelente educación que recibió, Pellegrino se convirtió en un joven rebelde y hasta violento. En plena adolescencia se une a una agrupación que se declaraba enemiga del Papa Martín IV, siendo su ímpetu y conducta anárquica tan acentuada que en poco tiempo se convirtió en líder y conductor de la organización.

Hechos resaltantes durante su agitador liderazgo

A Pellegrino le correspondió vivir en la época de mayor auge de la lucha entre dos poderíos que pugnaban por el dominio del mundo. Italia no fue ajena a estas disputas y allí se originó un conflicto de naturaleza político-civil que llevó al enfrentamiento entre el Pontificado católico y el emperador del Imperio romano-alemán, respaldados el primero por los denominados güelfos y el segundo por los conocidos gibelinos.

En Forli los sucesos llegaron a ser tan enérgicos que el Papa decidió el cierre de todas las iglesias de la localidad, con el propósito que la ciudadanía rebelde reflexionara y cambiara su actitud. Este objetivo no se cumplió, por lo cual el pontífice procedió a nombrar a Felipe Benicio o Benizi como su representante para procurar entrar en razón a los insurrectos y así conseguir la anhelada paz. Para el momento Felipe Benicio era el superior general de la Orden de los Servitas y coincidencialmente  estaba de visita en la ciudad de Forli.

Como es de suponer el representante del pontífice no fue bien recibido por los gibelinos; en un momento que trataba de hablarle a la agitada muchedumbre fue golpeado, apedreado, arrastrado por las calles. Pellegrino en particular le propinó un golpe en el rostro y lo tumbó al suelo, estando en esa condición el joven pretendió seguir agrediendo a Felipe Benicio y éste con la mayor humildad le presentó su otra mejilla para que continuara golpeándolo.

Se comenta que esta pacífica actitud por parte de Felipe impresionó profundamente al joven rebelde quien reaccionó inmediatamente, posiblemente lleno de remordimientos y se colocó a los pies del agredido sacerdote para pedirle perdón, este le fue concedido acompañado de una expresiva sonrisa. Esta conducta sorprendió a Pellegrino, quien reflexionó sobre su equivocado proceder del cual se arrepintió y decidió buscar la amistad de Felipe Benicio, éste lo orientó espiritualmente instándolo a que orara con frecuencia, con la positiva respuesta que el joven se convirtió al catolicismo, transformándose en destacado guía que llevó la Palabra de Dios a muchas personas.

Anécdota en referencia a la conducta inadecuada de San Peregrino

Hay biógrafos que por considerar como irreverente y envilecido el proceder de Pellegrino ante la presencia en Forli del  sacerdote Felipe Benicio, han tratado de desconocer la participación de ambos santificados personajes en los hechos acaecidos durante las revueltas sucedidas entre los seguidores de la Iglesia y sus opositores alrededor del año 1282, al punto que intentan trasladar la fecha del nacimiento de Pellegrino para el año 1322 y su muerte, que en realidad ocurrió  en 1345, para el año 1402; de esta manera pretender evadir de toda culpa a San Peregrino porque según esos autores ni siquiera había nacido para el momento de los enfrentamientos.

En contraposición a la anterior acomodaticia versión de los hechos, las memorias de la orden de los Servitas confirman la veracidad de la agresividad de Peregrino, su equivocada posición ante San Felipe Benicio y ratifican el período de vida de Peregrino que fue entre 1265 y 1345.

Su ingreso a la vida monacal

Con el tiempo Peregrino se volvió un absoluto protector de Felipe Benicio y aceptaba todos los consejos de éste, entre ellos el de orar ante una capilla de la Virgen. Se refiere que una vez estando allí orando tuvo una visión de la Virgen que, sosteniendo en sus manos una tela negra, le indicaba que fuera a Siena y se uniera a un grupo de piadosos hombres conocidos como Siervos de María.

Él haciendo caso a la espiritual percepción se dirigió a Siena y teniendo 30 años de edad ingresa a la Orden de los Servitas, cuyos miembros le dispensaron una afectuosa bienvenida, recibiendo la vestimenta religiosa de manos del propio  Felipe Benicio.

Vida sacerdotal

Hay historiadores que sostienen que Peregrino se dirigió a Siena más que con el deseo de hacerse sacerdote, lo impulsaba la idea de que Felipe Benicio siguiera siendo su director espiritual. Siendo esta la realidad o siendo la verdad lo referente a la visión de la Virgen, lo cierto es que una vez en Siena fue aceptado como novicio, permaneciendo allí durante un año. Después fue enviado a Forli donde residió hasta el momento de su fallecimiento.

Su vida sacerdotal se resumía en una máxima muy sencilla que es “hacer hoy todo mejor que ayer y mañana hacerlo mejor que hoy”.  Esto hizo que llegara a ser un devoto y piadoso sacerdote. Para enmendar sus faltas y pecados él mismo se exigía con mucha rigurosidad. Hacía mucha penitencia prefiriendo siempre la soledad y el silencio; como reparación por sus pecados también ofreció permanecer de pie mientras no fuera indispensable sentarse, llegándose a afirmar que prácticamente durante aproximadamente 30 años no se sentó.

Se caracterizó por el cumplimiento de todas las exigencias de la vida de una comunidad religiosa como son ayunos, oraciones, lecturas piadosas, vigilias, entre otras. Procuraba sobre todas las cosas en favorecer a los desposeídos y a quienes sufrir aflicciones. Tenía la fama de ser un ferviente predicador y un confesor que lograba despertar la conciencia de los penitentes. Se hizo merecedor de ser conocido como el  “ángel del buen consejo” por las acertadas sugerencias que daba a los fieles sobre cómo debían actuar en determinadas circunstancias.

Resentimiento en su salud

Hay quienes sostienen que como resultado de una de las penitencias ofrecidas a Dios por San Peregrino su salud se vio afectada. Concretamente se refieren al hecho de permanecer de pie el mayor tiempo posible, esto afecto su circulación periférica que a la larga se manifestó en la presencia de varices en los miembros inferiores. Cuando rondaba los sesenta años de edad se le formó una úlcera varicosa en la pierna derecha, la cual cada día se hacía más extensa, profunda y dolorosa, conllevando al final a la aparición de una afección cancerosa en el pie derecho. Estas condiciones indujeron a los médicos a tomar la decisión de amputarle la pierna.

Curación como resultado de la oración

El dolor en la pierna se hacía cada vez más insoportable y que Peregrino accedió a seguir las indicaciones médicas. La noche precedente al día escogido para la cirugía, Peregrino soportando el dolor y con la dificultad que le acarreaba movilizarse, se dirigió ante una imagen de Jesucristo crucificado, donde oró durante varias horas suplicándole que le curara; así permaneció hasta que el sueño lo venció. Estando dormido soñó que Cristo descendiendo de la cruz, le tocaba la pierna y el pie con el fin de sanarlo. La impresión experimentada lo despertó y arrastrándose se fue a su celda a continuar su descanso.

Al siguiente día el médico fue a examinarle antes de proceder a la amputación y sorprendido comprobó la humanamente inexplicable curación. La noticia se extendió no sólo por el monasterio sino por toda la ciudad.

A partir de allí creció su admiración por parte de los pobladores de Forli  y cuando enfermaban se acercaban a él para pedirle que orara por ellos. Se menciona que algunos comenzaban a sanar con escuchar la palabra “Jesús” pronunciada por Peregrino.

Fallecimiento de San Peregrino

Estando en la octava década de su vida empezó a sufrir crisis frecuentes de hipertermia posiblemente causadas por alguna infección, las cuales no llegó a superar.  Siendo el primer día de mayo de 1345, San peregrino murió en Forli a la edad de 85 años. Su cuerpo fue sepultado en la iglesia de los Siervos de María, es decir en su propia comunidad religiosa y se afirma que su cadáver se mantiene íntegro.

Culto a San Peregrino

Al fallecer este santo, su cuerpo fue colocado en el templo del convento durante algunos días, de esa manera recibió la visita y el homenaje de la mayoría de los pobladores de Forli. La novedad sobre su fallecimiento traspaso los límites de la ciudad, así llegaban fieles de las vecinas comarcas en tal cantidad que hacían prácticamente difícil cerrar las puertas del templo. Se dice que mientras estuvo expuesto el  cuerpo del santo, ocurrieron diversas curaciones extraordinarias, llegándose al extremo de hablar de la devolución de la cisión a un ciego y a la liberación espiritual de una mujer poseída por el espíritu maligno.

La notoriedad de las virtudes de San Peregrino condujo a que se estableciera una continua reverencia al sitio donde están sus restos. Esto hizo que Pablo V en 1609 concediera la oficialidad eclesiástica a dicho culto y en el año 1726 Benedicto XIII procedió a canonizarlo.

Festividad y patronazgo

El 1° de mayo se estableció como día especial para rendirle homenaje. Es tenido como patrón de los pacientes con cáncer, enfermedades de la piel y en los últimos tiempos de quienes padecen SIDA; sin embargo, las autoridades eclesiásticas no se han pronunciado al respecto.

Oración a San Peregrino

Glorioso y milagroso San Peregrino

recibiste la gracia de Dios

de ver la grandeza de la luz divina

que te permitió encontrar el camino verdadero

y abandonar tus equivocadas ideas,

concédele a quienes se acercan a ti

la dicha de hallar el sendero correcto

que conduce hacia Dios.

Fuiste bendecido por la Santísima Virgen

y por nuestro propio Creador

con la virtud de prodigar impensables milagros

especialmente en cuanto a salud se refiere,

intercede por la recuperación de (nombrar a la persona)

quien padece de una enfermedad humanamente incurable,

tenemos fe que por tu mediación

Dios nos concederá esa gracia. Así sea.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies ACEPTAR

Aviso de cookies