Oración a Santa Rosalía de Palermo

Santa Rosalía de Palermo fue miembro de una noble familia originaria de Normandía y descendiente, según la leyenda, del emperador romano Carlomagno. Su padre fue el duque Sinibaldo y su madre estaba emparentada con Roger II, monarca de Sicilia. Lo anterior le confería a Rosalía una destacada posición social, que le permitió ser instruida en la corte; además, al destacarse por su hermosura y amabilidad la llevó a ser dama de honor de la esposa real del rey Guillermo II.

Para Rosalía era más importante la espiritualidad y su acercamiento a Dios que todas las riquezas mundanas, por tanto decidió abandonar sus funciones palaciegas y  dejando su hogar paterno ingresó al monasterio de San Salvador de Palermo para dedicarse enteramente a la oración

Sus padres por distintos medios trataron que abandonara el monasterio, ya que la tenían prometida en matrimonio a un importante miembro de su clase social, Ante esta situación, Rosalía decide huir del monasterio y se instala a vivir de la forma más sencilla en una cueva en las proximidades de la localidad de Bivona en Sicilia y posteriormente se traslada a otra cueva cercana a Palermo, en el conocido Monte Pellegrino; esta ubicación le garantizaba mayor lejanía de su familia, menor contacto interpersonal y mejores condiciones para entregarse totalmente a la oración, a la disciplina y austeridad, iniciando así de modo firme su vida como penitente y anacoreta hasta su muerte que ocurrió en dicho lugar.

Designio divino para Rosalía

La resolución de Rosalía de abandonar las comodidades que le ofrecía el mundo en que vivía, se vio fortalecida y animada por un particular acontecimiento que le sucedió en  medio de sus continuas oraciones. Ella siempre le imploraba a la Virgen que protegiera para mantenerse pura de cuerpo y alma; un día recibió el beneplácito de ver a la Santísima Virgen, quien la exhortó a que dejará todas sus pertenencias y dedicará su vida a Jesucristo.

Impresionada y a la vez gozosa de esta visión resolvió ingresar a una orden religiosa, a la cual ingresó llevando como pertenencias personales un crucifijo, libros de índole religiosa, un rosario y algunos enseres para disciplina corporal.

Sobre los restos humanos de Santa Rosalía

Una vez que abandonó el monasterio donde se había recluido inicialmente y habiendo tomado la resolución de vivir aislada del mundo, Rosalía transitó por diversos lugares montañosos y agrestes, hasta que finalmente consiguió un lugar definitivo en el conocido monte Pellegrino a cierta distancia de Palermo y se dice que fue allí donde murió aproximadamente en el año 1160, siendo sus restos hallados mucho tiempo después, entre los años 1620 y 1630.

Narra la tradición que los mismos fueron hallados, en 1624, en una cueva por un cazador, quien afirmaba que fue orientado y dirigido hasta el lugar,  por la propia Rosalía. En dicho lugar se edificó una basílica en honor a la Santa donde reposaron sus  restos. Posteriormente, los mismos fueron llevados a la Catedral de Palermo.

Se cuenta que meses posteriores al descubrimiento hecho por el cazador, dos obreros encontraron  en la cueva un escrito en latín que decía:

“Yo, Rosalia Sinibaldi, hija de las rosas del Señor, por amor de mi Señor Jesucristo he decidido vivir en esta caverna de Quisquina”.

De ser cierto este hallazgo, sirve para corroborar que los restos encontrados si correspondían a los de Rosalía de Palermo.

Es de mencionar que existen dudas sobre la veracidad de las reliquias atribuidas como pertenecientes a Santa Rosalía, hecho que ha sido cuestionado técnicamente por científicos; sin embargo, para la población creyente no cabe duda alguna sobre tal certeza, la cual se ve apoyada por los incuestionables milagros realizados por esta santa mujer.

El Pontífice Urbano VIII, tras diversos análisis realizados por expertos, reconoció la legitimidad de las reliquias y la incluyó como Mártir  en el Santuario Católico.

Milagros atribuidos a Santa Rosalía

Uno de los más renombrados es que durante algunos años anteriores a 1624 la ciudad de Palermo estaba sufriendo  una  peste que había causado innumerables muertes y cuando en 1624 los restos de Rosalía fueron llevados por todo Palermo la peste cesó  de manera inexplicable, adjudicando tan prodigioso acontecimiento a la intervención de la Santa.

La devoción a esta Santa traspasó las fronteras italianas y se le atribuye su  intercesión para la cura de enfermedades infecciosas y epidemias; así como también se le conoce como protectora en momentos de dificultad cuando se necesita fortaleza  para vencer inconvenientes. También se le atribuye la gracia de ser protectora ante los terremotos y catástrofes ambientales.

Curiosidades

El nombre Rosalía fue como un designio devino para esta Santa, ya que ese nombre es  una combinación de los vocablos latinos rosa y lirio, flores representativas de la grandiosidad y la castidad, respectivamente. Estas virtudes caracterizaron a Rosalía durante su corta vida.

En Palermo se refieren cariñosamente a Santa Rosalía como la Santita, en razón a su pequeñez en estatura física.

En las imágenes aparece vestida con una hábito religioso o como una ermitaña, pero siempre con una corona de rosas en su cabeza en honor a su nombre y llevando en sus manos un crucifijo y una calavera en representación a la vida austera que la caracterizó.

Celebración en su honor

Es la Patrona de Palermo, ciudad perteneciente a Sicilia, Italia. La fecha de su conmemoración a nivel internacional es el 4 de septiembre; no obstante, los sicilianos también festejan a Santa Rosalía, de manera regional, el 15 de julio, que corresponde a la fecha cuando sus restos fueron trasladados en procesión,  desde la cueva donde fueron encontrados hasta la población de Palermo.

 

Oración a Santa Rosalía de Palermo por el cese de una enfermedad

Milagrosa Santa Rosalía!

Nos dirigimos a ti para que intercedas ante Dios Padre

para que le conceda el beneficio de la salud a toda la humanidad

necesitada urgentemente de tus favores  espirituales

para salir de las enfermedades que padece.

Milagrosa Santa Rosalía!

Igual como hiciste en tiempos pasados

cuando por tu intermedio

se pudieron erradicar pestes y enfermedades;

hoy te suplicamos que tiendas tu mano poderosa

y detengas la propagación de esta enfermedad

que azota el mundo entero.

Milagrosa Santa Rosalía!

Que por tu intermedio

consigamos que Dios Padre perdone nuestros pecados

y permita, con su mano poderosa,

erradicar definitivamente esta enfermedad. Amén.

 

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