Oraciones a Santa Clara para pedir por el amor de tu vida, dinero, trabajo y mucho más

Clara Offeduccio nació en Italia, en la población de Asís, en el seno de una familia adinerada y poseedora de todo el poder que este otorga. Siendo su madre una persona muy piadosa y cristiana posiblemente le trasmitió a Clara la importancia de una acertada vida espiritual y a pesar que vivían en un ambiente dado a las prácticas mundanas, desde niña demostró su predilección por la oración y la penitencia.

Su familia la tenía destinada a ser desposada por algún acaudalado hombre de la región; sin embargo, ella estaba lejos de acogerse a tal designio. El vocablo Clara significa vida transparente y haciendo honor a su nombre, su deseo era llevar una vida diáfana dedicada a Dios.

Acercamiento a Dios

A medida que dejó su niñez conoció de la existencia, en el mismo Asís, de la congregación de los Hermanos Menores conducida por Francisco de Asís, interesándose por la forma como estos seguidores de Dios se dedicaban a cuidar de los enfermos, especialmente de los leprosos. Quiso acercarse a ellos para compartir su labor, deseo que fue coartado por su familia y se le prohibió acercarse a ellos, limitándose ella a ayudarles enviándoles provisiones a través de una de las criadas de la familia.

En una oportunidad, teniendo ella la edad de dieciocho años, asistió a los oficios religiosos de Cuaresma, en la Catedral de Asís. La prédica estuvo a cargo de Francisco de Asís y estuvo dirigida a concientizar a la feligresía en el sentido que para seguir verdaderamente a Jesucristo había que separarse de toda riqueza material y que en la vida de cada quien habían momentos determinantes y favorables para tomar decisiones y escoger su destino.

Las palabras dichas por Francisco de Asís repercutieron profundamente en Clara, haciéndosele más consiente su necesidad de consagrarse al Ser Supremo, aun sabiendo que para ello se le presentarían obstáculos que podrían ser solventados con la ayuda de Francisco, una vez que le comunicara a él su decisión.

Renunciamiento a las riquezas terrenales

El Domingo de Ramos de 1212, venciendo temores y dificultades Santa Clara se va de su casa y se dirige a la Capilla del poblado, donde es recibida por los Hermanos Menores de la Congregación. En un sencillo pero fervoroso acto de fe, Francisco de Asís la orienta a presentar la promesa ante Dios de su decisión de consagrarse a la oración, a la penitencia y a la pobreza, a la vez que renunciaba al disfrute de cualquier tipo de bienestar material.

Como simbología a este acto de consagración y renuncia, le fue cortado el cabello y le colocaron sobre su cabeza un velo o manto, antes de trasladarla a casa de un grupo de religiosas que también hacían vida en Asís. Por la seguridad de Clara y ante la insistencia de su padre para que regresara con su familia, fue llevada inicialmente a un monasterio cercano de religiosas Benedictinas y posteriormente, con estas mismas religiosas fue a vivir a otra población conocida como San Angelo.

Liderazgo de Santa Clara

Con el paso de los días a Santa Clara se le hacía más evidente lo absurdo y equivocado de la conducta humana al vivir entre envidias, codicias, enemistades y odios en búsqueda de poder y riquezas, que al final de la vida no conducía a nada, porque al morir todo quedaba atrás. Estas reflexiones hicieron más intenso su voluntad de entregarse integral y absolutamente a Dios, quien es la única luz que provee el más intenso amor.

A la par de esto, Francisco de Asís fortalece el grupo de sus Hermanos Menores y lo convierte en la Comunidad Franciscana. Esto origina en Santa Clara la idea de establecer una comunidad de religiosas o “Damas Pobres” dedicadas exclusivamente a la penitencia y a la oración y practicantes de la más absoluta pobreza. Esto se materializó y con San Francisco de Asís fue cofundadora de la Congregación de las Clarisas.

Francisco de Asís la designó Superiora de la Congregación, decisión que inicialmente no aceptó, ya que por su humildad quería ser la de menor rango en la comunidad. Sin embargo, al final acepta al obedecer a los mandatos de Dios entendiendo que con esa responsabilidad perdía parte de su libertad y debería estar sumisa a las necesidades de sus compañeras. Así se convirtió en una verdadera madre y protectora espiritual para la comunidad religiosa, siendo ejemplo para el cumplimiento de las promesas de pobreza, humildad y entrega a Dios.

Expansión de la Orden de las Clarisas

La Orden de las Clarisas empezó en el año 1218 a expandirse por Italia al fundar un Convento en Perugia, después se establecieron en Venecia y en Florencia. Posteriormente, se extendieron a Alemania, Francia, España, Bélgica, Inglaterra, Hungría, Lituania y Polonia. Actualmente también están en México, Perú, Santo Domingo, Estados Unidos y Canadá.

Milagros de Santa Clara

Se le atribuyen grandes milagros a esta Santa. Entre ellos destacan el caso de los sarracenos, denominación que los cristianos daban a árabes no creyentes. Estos  en una oportunidad atacaron la ciudad de Asís y al ir a agredir el Convento, Santa Clara salió y se enfrentó a ellos, llevando en su mano el Sagrario con la Hostia consagrada, ante lo cual los sarracenos  huyeron aterrorizados.

En otra oportunidad, había cincuenta hermanas en la comunidad religiosa y únicamente tenían un pan para alimentarse. Santa Clara lo bendijo, rezó un Padre Nuestro y lo cortó. Comieron todas las religiosas con la mitad del pan y la otra mitad la enviaron a los Hermanos Menores de San Francisco.

Virtudes de Santa Clara

Siempre se distinguió por ser una persona muy humilde, dedicada a la Oración y meditación con Dios. Igualmente, fue una fiel cumplidora de su compromiso de obediencia cumpliendo actividades que no le agradaban pero que debía asumir por disciplina. Disponiendo su familia de riquezas prefirió la vida de pobreza y austeridad, permitiéndole esto compartir con otros, lo poco que podía tener, ejerciendo así actos de caridad cristiana. También demostró una gran fortaleza de espíritu que le ayudó a someterse a momentos de mortificaciones y ayunos para lograr su santificación espiritual.

Intercesión de Santa Clara

Se acostumbra orar a Santa Clara para obtener diferentes favores o beneficios, la mayoría relacionados con los aspectos más destacados de su vida. Otros pedimentos, como pedir períodos de lluvia, ninguna relación tienen con esta Santa, pero quien los hace demuestra una gran fe en la bendición que tiene para hacer milagros.

Por su inmenso amor a Dios y a los pobres se le pide para solucionar asuntos sentimentales. Por su procedencia de una familia acaudalada, unida a su desprendimiento a los bienes materiales, se dice que se obtienen excelentes respuestas cuando se le invoca para cuestiones de dinero. Siempre demostró una   facultad infatigable por el trabajo sin demostrar cansancio alguno, esto la hace mediadora para conseguir o mantener un buen trabajo.

 

Oraciones a Santa Clara

Oración 1:

Gloriosísima Virgen y dignísima Madre Santa Clara,
espejo clarísimo de santidad y pureza,
base firme de la más viva fe,
incendio de perfecta caridad y
erario riquísimo de todas las virtudes.
Por todos estos favores con que el Divino esposo os colmó;
y por la especial prerrogativa de haber hecho
a vuestra alma trono de su infinita grandeza,
alcánzanos de tu inmensa piedad,
que limpie nuestras almas de las manchas y
de las culpas y destituidas de todo efecto terreno ,
sean templo digno de su habitación.
También te suplicamos por la paz y la tranquilidad de la iglesia,
para que se conserve siempre en la unidad de fe,
de santidad de costumbres,
que la hace incontrastable a los esfuerzos de sus enemigos.
Y si fuese para mayor gloria de Dios y
bien espiritual mío cuando pido por esta oración,
vos, como Madre y protectora,
presentad mis deseos en el despacho Divino:
pues yo confió en la bondad infinita

que por vuestros méritos alcanzaré

para su mayor honra y gloria. Amén.

Oración 2:

Gloriosa Santa Clara, maestra de humildad y de total abandono al eterno amor de Dios.

En este día solemne pide al Señor por mí,

para que pueda cambiar verdaderamente mi corazón

que no conoce la verdadera humildad.

Ayúdame a despojarme de las preocupaciones de este mundo

para que sólo ponga mi fuerza en hacer la voluntad de Dios,

socorriendo a los que necesitan mi  ayuda,

necesitan mis oraciones, necesitan de mi amor.

Tu que has obrado milagros, porque Dios escucha siempre tus súplicas,

mírame, que te ruego obres este milagro en mi vida (hacer la petición).

Yo quiero obrar haciendo el bien,

y que Jesús sea siempre lo más importante en mi vida,

y si es su divina voluntad que se cumpla en mí este pedido.

Gracias Santa Clara, por mostrarnos el camino para llegar al cielo, y acompañarnos en este caminar.
Santa Clara de Asís, ruega por nosotros!Amén

Oración 3:

Alabado y glorificado Jesús,
ante ti vengo a suplicarte
para que me ayudes en el amor.

No permitas que mi corazón llore y se desangre,
no dejes que me sienta criatura infeliz;
Tú puedes ver dentro de mi Señor y nada puedo ocultarte
así que atiende mi llamado porque eres mi luz y Salvador;
intercede para que pueda entrar en el corazón de (nombra a la persona),
no permitas que nada ni nadie se interponga,
y si no me conviene, haz que mi corazón lo entienda y lo acepte;
te pido que no exista aflicción y que lo que suceda sea por mi bien. Amén.

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