Oraciones sagradas a Santa Catalina

Catalina Benincasa el 25 de marzo de 1347 nació en Siena, Italia, por lo que se le conoce como Santa Catalina de Siena. Se cuenta que siendo muy pequeña fue objeto de una visión divina que la convirtió en una persona muy espiritual que siempre procuraba estar cercana y en contacto con Dios. En esa ocasión vio a Dios, representado como un Señor, sobre el tejado de una Iglesia, quien por tres veces la bendijo, desde ese momento empezó su fascinación y dedicación al Creador. Aproximadamente un año después, ante un cuadro de la Virgen María, tomó la decisión de ofrecer, entregar y ofrecer su vida a Dios.

Siendo una joven físicamente muy atractiva, pero con una voluntad muy firme, su padre tenía la intención de casarla con un joven rico. Ante estas pretensiones Catalina manifestó que se había prometido a Dios y que no podía cumplir los deseos de su Padre, quien para hacerla doblegar su voluntad la obligó a realizar los oficios más humildes y duros de la casa, los cuales sobrellevó fácilmente ya que con frecuencia establecía comunicación con Dios quien la fortalecía para hacer las labores con agrado y rapidez.

Alrededor de los 15 años ingresó como laica a la Orden Tercera Dominica dedicando la mayor parte de su tiempo a la penitencia y a la oración, así como a ayudar al prójimo especialmente a los enfermos. Murió en 1380, a la edad de 33 años.

Camino a la santidad

Con las muestras de obediencia y el cumplimiento de las duras actividades que le eran encomendadas, su familia le permitió el ingreso a la Orden Dominica y le concedió el privilegio de disponer en su casa de un cuarto privado, lo cual además de poder hacer oración le permitía someterse a actos de mortificación, alimentándose por largos períodos con hierbas y sometiendo a su cuerpo a grandes sufrimientos físicos.

Sometiéndose a la voluntad de Dios, cada día profundizaba sus penitencias, pero estas eran acompañadas con variadas experiencias místicas, pero también con momentos de flaqueza espiritual con los que luchaba arduamente para no ceder a las tentaciones del mal. Ante esto oraba fervorosamente para limpiar su corazón y enmendar sus ofensas a Dios.

Finalmente, a los 18 años recibió ingresó definitivamente a la Tercera Orden Dominica y durante los siguientes tres años únicamente conversaba con su confesor, con Dios y con la Virgen. Durante este tiempo, se cuenta que recibió la visita de Dios para entregarle un anillo como símbolo de su entrega a Él; además se dice que tuvo visiones del Cielo, del Purgatorio y del Infierno, presentando también manifestaciones estigmáticas.

Lucha personal ante pruebas de debilitamiento de su santidad

Frecuentemente era víctima de pruebas presentadas por el demonio para quebrantar su virtuosismo y su vida espiritual, principalmente debía luchar con su mal carácter y proceder voluntarioso. Refería que su mente era ocupada por desagradables imágenes con alto contenido de humillantes impurezas y representaciones de deleites materiales.

Ante todo esto luchaba fuertemente, quedando luego sometida a un período de confusión, con la sensación de estar próxima a caer por un precipicio e impedido esto por estar sostenida por una fuerza invisible.

Manifestaciones de Santidad

Dejó su vida de reclusión a los 25 años e inició una vida pública teniendo como misión buscar la conciliación entre las personas, convirtiéndose en embajadora de paz entre gobernantes y políticos. En los lugares donde se hacía presente, la gente se concentraba para oír sus prédicas.

Santa Catalina con la mayor entrega cristiana ayudaba a los enfermos, a los huérfanos y a los más necesitados; cuando la llamada “peste negra” diezmó a la población de Siena, ella cuido y asistió a los enfermos sin temor a ser contagiada.

Además ayudó espiritualmente a muchas almas, porque con sus dotes de santidad logró que muchas personas de distintas clases sociales y variadas edades, se convencieran y convirtieran a la fe católica. Se dice que su poder de santidad era tan profundo, que un pecador al sólo estar en presencia de ella, sentía el llamado de Dios.

La popularidad de su santidad fue conocida en toda Europa y su consejo espiritual era solicitado por las personas más disímiles, como políticos, artistas, gobernantes, religiosos, personas sencillas, nobles, jóvenes y ancianos y hasta el mismo Pontífice de la Iglesia Católica solicitaba su ayuda y consejos.

Cómo es reconocida Santa Catalina de Siena

Es conocida como la Doctora de la Iglesia Católica, proclamada el 3 de octubre de 1970 por Paulo VI y es considerada como una gran teóloga y filósofa, aun cuando no tenía ningún tipo de estudios, pero su sabiduría emanaba de los dones que le fueron concedidos por Dios.

Son famosas sus cuarenta Cartas, así como el conocido libre “El Diálogo” a través del cual da a conocer las revelaciones por ella obtenidas y las meditaciones y pensamientos que le permitieron estar en contacto constante con Dios.

Cuando ocurrió el Gran Cisma de la Iglesia Católica, Santa Catalina fue llamada a Roma para que con su santa sabiduría y su capacidad conciliadora contribuyera a solventar la crisis y gracias a sus consejos El Papa Gregorio XI abandonó su residencia en Avignon, Francia y regresó a Roma.

En 1939 fue nombrada patrona de Italia conjuntamente con San Francisco de Asís y el 1999 Juan Pable II la designó patrona de Europa. Es conocida por su intercesión en la prevención de enfermedades, de abortos y de incendios y es patrona de los enfermeros y de los bomberos.

A Santa Catalina se le identifica con la imagen de una azucena y un libro, por su pureza y sabiduría, respectivamente; además, también es portadora de una corona de espinas por sus sacrificios y penitencias, y un corazón por su inmenso amor dedicado a Dios. Su festividad es el 29 de abril.

Su más poderoso aporte espiritual

La Oración ferviente fue su mayor fuerza, tanto para ella como para ser mediadora de milagros en favor de terceros. Santa Catalina logró comprobar y dar a conocer el poder de la Oración y su esencia para la establecer la unión con Dios. Expresaba que la Oración no es otra cosa que la conexión de corazón a corazón y de mente a mente entre una persona y Jesucristo y que se debe conversar directamente con el Espíritu Santo para que nos oriente a orar correctamente y así poder establecer el acercamiento a Dios, quien siempre quiere darnos su ayuda para obtener un mayor crecimiento espiritual.

Algunas Oraciones a Santa Catalina

Oración 1:

¡Oh gloriosa virgen Catalina!, a medida que os consideramos

reconocemos en vos a la Mujer Fuerte de los Libros Santos,

el prodigio de vuestro siglo, la antorcha luminosa de la Iglesia,

la criatura dotada de incomparables dones

y que supo reunir las dulces y modestas virtudes de las vírgenes

prudentes a la intrepidez y al valor de los héroes.

Volved, os rogamos, desde el cielo, vuestros ojos sobre la barca de Pedro,

agitada por la tempestad, y sobre su augusto jefe,

que ora, vela, gime, exhorta, combate y espera.

Mostrad hasta donde llega vuestro poder cerca de Dios,

obteniéndonos a todos el celo para adelantar en las virtudes evangélicas,

especialmente en la humildad, la prudencia, la paciencia, la bondad y la diligencia en la práctica de los deberes de nuestro estado.

Mantened la concordia de nuestra gran familia

y convertid a la Fe a los incrédulos del mundo entero;

obtened para nuestra patria la paz verdadera, es decir cristiana,

y para nuestra Santa Madre la Iglesia el triunfo completo sobre el mal,

por la verdad, el sacrificio y la caridad. Amén.

 

 

Oración 2:

Oh maravilloso portento de la Iglesia, virgen seráfica, Santa Catalina,

por tu extraordinaria virtud y el bien que lograste para la Iglesia y la sociedad,

eres aclamada y bendecida por todo el mundo.

Oh, vuelve tu generoso rostro hacia mi,

quien, confiado en tu poderoso patrocinio, t

e llama con todo el ardor y afecto suplicándote que obtengas,

a través de tus plegarias,

los favores que tan ardientemente deseo (pedir aquí lo que se desea).

Tu, que fuiste una víctima de la caridad,

que para beneficiar a tu prójimo obtuviste de Dios

los más asombrosos milagros

llegando a ser la alegría y la esperanza de todos,

tu no puedes dejar de ayudar

escuchando las oraciones de aquellos que a tu corazón acuden

al corazón que recibiste del divino redentor en éxtasis celestial.

Si, oh seráfica virgen,

demuestra una vez más prueba de tu poder

y de tu resplandeciente caridad,

para que tu nombre sea por siempre más bendito y exaltado.

Concédenos, que habiendo experimentado tu más eficaz intercesión aquí en la tierra, podamos un día darte las gracias en el cielo

y disfrutar contigo de la felicidad eterna. Amén.

 

Oración 3:

Bendita y amada del Señor,

gloriosa santa Catalina,

por aquella felicidad que recibisteis

de poder unirte a Dios

 y prepararte para una santa muerte,

alcanzadme de su divina Majestad

la gracia de que purificando mi conciencia

con los sufrimientos de la enfermedad

y con la confesión de mis pecados,

merezca disponer mi alma,

confortándola con el trance terrible de la muerte,

y poder volar por ella a la eterna bienaventuranza de la gloria. Así sea.

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